Evitar hábitos que son dañinos para la salud y adoptar
ciertas medidas puede ayudar a que sus hijos no padezcan asma.
1. Lleve una dieta adecuada durante el embarazo
Esto significa que debe ingerir alimentos ricos en
vitamina E (germen de trigo, sardinas, yemas de huevo y frutos secos) y
cinc (carnes rojas y mariscos). Estos nutrientes influyen en el desarrollo
de los pulmones y el sistema inmunológico. Incluya también pescados
grasos como el salmón, el arenque y las sardinas dos veces por semana, o
tome un complemento de aceite de pescado a diario (consúltelo con su
médico).
2. Evite los antiácidos
Los investigadores afirman que tomar fármacos como los bloqueadores
H2 (famotidina, ranitidina) o los inhibidores de la bomba de protones
(como el omeprazol) durante el embarazo incrementa en un 50% el riesgo de que
los bebés contraigan asma.
3. Dígale adiós al cigarrillo
El nexo entre la exposición al humo de segunda mano
en la niñez y el asma es claro e innegable.
4. Pida que a sus hijos les apliquen inyecciones contra las alergias
Si su hijo padece alguna, el tratamiento con
inmunoterapia (inyecciones o gotas sublinguales) podría protegerlo del
asma. Consúltelo antes con su doctor.
5. Alimente a su bebé con leche materna
Amamántelo, como mínimo, durante cuatro meses.
6. Retrase la ingesta de alimentos sólidos
Su hijo deberá tener cuando menos seis meses antes de
empezar a comer cereal o alimentos sólidos de otro tipo.
7. Limite la exposición al polvo
Investigadores británicos que hicieron un seguimiento a 120
niños desde el nacimiento hasta los ocho años descubrieron que aquellos que se
alimentaron con leche materna y tuvieron exposición limitada a los
ácaros, gracias al uso de cubiertas en colchones y pesticidas, presentaron
un 76% menos probabilidades de sufrir asma, y un 87% menos de padecer alergias
al llegar a los ocho años.