Esta molesta afección vuelve a aparecer en las mismas
articulaciones que afectó alguna vez… ¿Cuáles son los motivos?
Fuente: Salud a Diario
Cuando las articulaciones se inflaman en personas con artritis
reumatoide y enfermedades relacionadas, las afectadas suelen ser las mismas que
las que sufrieron anteriormente. Por ejemplo, si la artritis comenzó en la rodilla derecha, es mucho más probable que brote allí que en la rodilla izquierda,
incluso si la artritis ha estado en remisión durante años. Como resultado, cada
paciente desarrolla un patrón de enfermedad muy individual. Pero por qué sucede
esto sigue siendo un misterio. “De manera abrumadora, los brotes ocurren en una
articulación previamente afectada”, dice Peter Nigrovic, jefe de la División de
Inmunología del Boston Children's Hospital. “Algo en esa articulación parece
recordar, 'esta es la articulación que estalló antes'”. Un nuevo estudio,
codirigido por Nigrovic con colegas del Boston Children's y el Brigham and
Women's Hospital, muestra dónde se aloja esa memoria: en un tipo de célula
inmunitaria llamada célula T residente en tejidos. Específicamente, estas
células T se ubican en la membrana sinovial, el tejido que recubre el interior
de la cápsula que rodea la articulación. “Demostramos que estas células T
se anclan en las articulaciones y permanecen indefinidamente después de que
termina el brote, esperando otro desencadenante", dice Nigrovic. “Si
eliminas estas células, los brotes de artritis se detienen”. El equipo demostró
este fenómeno con tres modelos. Dos usaron desencadenantes químicos para causar
inflamación articular y el tercero usó un desencadenante genético. Una vez
activadas, las células T de memoria residentes en las articulaciones reunieron a
otras células inmunitarias, lo que provocó un brote de artritis limitado a
articulaciones específicas. La eliminación de estas células T bloqueó la
aparición de brotes adicionales.
Buenas perspectivas sobre la artritis
“En este momento, el tratamiento de la artritis reumatoide
debe continuar de por vida; si bien podemos suprimir con éxito la actividad de
la enfermedad en muchos pacientes, no existe cura”, dice Nigrovic. “Creemos que
nuestros hallazgos pueden abrir nuevas vías terapéuticas”. Nigrovic también
cree que los hallazgos se aplican a otros tipos de artritis autoinmune,
incluida la artritis idiopática juvenil. Margaret Chang, Ph.D., reumatóloga
asistente en Boston Children's y primera coautora del artículo, lidera un esfuerzo
para encontrar formas prácticas de apuntar a las células T de memoria
residentes en tejidos en humanos. Nigrovic y sus colegas siguieron el
ejemplo de la dermatología, los dermatólogos conocen bien un patrón de
“memoria”. En la psoriasis, por ejemplo, los pacientes desarrollan placas en
los mismos lugares una y otra vez. Lo mismo ocurre a menudo con las reacciones de
hipersensibilidad cutánea, como las reacciones al níquel de las joyas o los
relojes de pulsera. “Una persona que reacciona al níquel a través de la hebilla
de un cinturón también puede desarrollar una erupción en la muñeca, donde usaba
un reloj que contenía níquel cuando era niño”, dice Nigrovic.