Artritis Artritis

Aunque durante años se atribuyó la artritis de rodilla al exceso de peso, nuevas investigaciones revelan que las causas son otras.

Durante mucho tiempo se ha creído que la relación entre la obesidad y la osteoartritis se debe a los efectos dañinos del exceso de peso personal. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por investigadores del Hospital Shriners para Niños, en la ciudad estadounidense de St. Louis, sugiere que tales efectos provienen de algo mucho más pequeño: las señales bioquímicas liberadas por las células grasas. El trabajo investigativo se centró en el vínculo entre el sobrepeso o la obesidad y el desarrollo de la osteoartritis, una enfermedad dolorosa de las articulaciones. Y fue dirigida por el Dr. Farshid Guilak.

Enemigo equivocado

A su juicio, “hemos demostrado aquí que no es la sobrecarga de las articulaciones lo que es responsable de la osteoartritis, sino, más probablemente, un factor emitido por las células grasas que hace que el cartílago sea susceptible a la degeneración”, dice Guilak, quien también actúa como profesor de Cirugía Ortopédica de la Universidad de Washington. Quien recuerda que -aunque históricamente se consideraba una parte inevitable del envejecimiento- la osteoartritis ahora aparece con mayor frecuencia en los niños. 

La investigación sobre la osteoartritis

Los investigadores utilizaron un tipo único de ratón que no tiene células grasas en ninguna parte de su cuerpo. Incluso cuando fueron alimentados con una dieta poco saludable y extremadamente alta en grasas, estos ratones no desarrollaron osteoartritis en ninguna de sus articulaciones. Los investigadores se sorprendieron al descubrir que incluso con una lesión en la rodilla que normalmente causa una rápida degeneración del cartílago, los ratones sin grasa estaban protegidos de la osteoartritis. Luego, los investigadores implantaron un pequeño trozo de grasa debajo de la piel de estos ratones, uno pequeño que no tuvo ningún efecto sobre su peso corporal. Pero, los ratones se volvieron susceptibles a la osteoartritis, aunque no aumentaron de peso. Lo anterior mostró a los investigadores que la grasa fuera de la articulación de la rodilla juega un papel fundamental en la salud del cartílago. “Este estudio demuestra que los factores externos a la articulación de la rodilla pueden afectar la salud del cartílago, lo que abre la puerta a una amplia gama de nuevos objetivos de tratamiento de la osteoartritis que podemos investigar”, dice la Dra. Kelsey Collins, líder de los investigadores. Por ello, “una vez que identificamos los factores emitidos por las células grasas que son responsables de estos efectos en laarticulación, esperamos desarrollar nuevos fármacos para atacarlos”. Mientras, sería mejor adelgazar. 

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