Con
estas medidas de seguridad, podrá hacer ejercicio sin ningún problema, aunque
padezca diabetes.
Tener diabetes no significa que usted deba evitar la actividad
física. Sólo significa que debe tomar más precauciones que otras personas al
hacer ejercicio. He aquí cómo iniciar el camino hacia la actividad física y
mantener un rumbo saludable.
Cómo empezar con la actividad física con diabetes
1. Hable con el médico
Dígale al médico si está planeando cambiar su nivel de
actividad. Si está iniciando un programa de ejercicio, la Asociación
Estadounidense para la Diabetes recomienda hacerse un examen físico si ha
tenido diabetes tipo 1 por más de 15 años, si ha tenido diabetes tipo 2 por más
de 10 años, si es sedentario o tiene más de 35 años. El médico también
evaluará su condición física —incluyendo problemas como padecimientos cardiacos
o renales, daño nervioso y ocular— para ayudarlo a decidir qué tipo de ejercicio
es el indicado para usted. Discuta los cambios en los medicamentos. La
actividad física regular puede reducir la cantidad de insulina u otros
medicamentos.
2. Aprenda cuándo hacerse pruebas y cuándo descansar
Si usa insulina,
revise antes, durante y después de ejercitarse el nivel de glucosa en sangre.
Es lo mejor para saber cómo ha afectado sus niveles de glucosa la actividad
física. Revise la glucosa en sangre antes de hacer ejercicio si tiene
diabetes tipo 2 y usa insulina o medicamentos que estimulan el páncreas para
producir más insulina. Si su nivel de glucosa es inferior a 100, antes de hacer
ejercicio tome un tentempié que contenga carbohidratos. Durante una
actividad prolongada, revísela cada 30 minutos para cerciorarse de que su
glucosa se mantenga en el rango deseado. Si es propenso a la hipoglucemia,
revise su glucosa durante el transcurso de varias horas después de hacer
ejercicio. Esto aplica especialmente a las personas con diabetes tipo 1. Sus
músculos seguirán extrayendo glucosa del torrente sanguíneo, así que tomar
una lectura después de una sesión de ejercicio no le mostrará el efecto
completo de la actividad en los niveles de glucosa. Usted puede creer que el
azúcar está normal, cuando en realidad está cayendo en picada. La actividad
física también puede acelerar la rapidez con la que trabaja la insulina.
Programe el ejercicio para después de las comidas. Si se da cuenta de que a
menudo tiene que compensar la hipoglucemia comiendo un tentempié durante la
actividad física, vea si las cosas mejoran al ejercitarse una o dos horas
después de comer. Al cambiar las temporadas deportivas, ajuste su alimentación
y sus medicamentos. Por ejemplo, cuando la liga de tenis recreativo arranque
temporada, puede sorprenderle notar que su nivel de azúcar está bajo si no
asiste a las prácticas dos veces por semana.
3. Esté preparado para inconvenientes
Mantenga los artículos indispensables con usted. Si piensa
sudar fuera de casa, lleve un refrigerio rico en carbohidratos, una
identificación de diabético (brazalete, collar o plaquita para zapatos
deportivos) y un teléfono celular para emergencias Instruya a un conocido sobre
las maniobras de emergencia. Asegúrese de que alguien sepa que usted tiene
diabetes y qué hacer en caso de emergencia. Si hace ejercicio dentro de casa, cerciórese
de que esté un miembro de la familia; si está en el gimnasio, alerte a un
empleado. Use tenis diseñados para el deporte que practica. Los zapatos
deportivos con acojinamiento de aire o gel son una buena opción, pues absorben
el impacto en pies y rodillas. Beba mucha agua antes de ejercitarse. Dos
horas antes de hacer ejercicio beba al menos dos vasos de agua.