Mujer haciendo ejercicio Mujer haciendo ejercicio

Conozca los cuatro pilares del ejercicio y decida cuál es el que necesita su organismo.

Existen cuatro tipos principales de actividad que necesita incorporar en cualquier rutina de ejercicios; cada uno tiene sus ventajas. 

PARA EL CORAZÓN Y LOS PULMONES: Ejercicio cardiovascular

Cualquier actividad que involucre todo el cuerpo o utilice los grandes grupos musculares y que aumente la frecuencia cardíaca y respiratoria, mientras le quite solo un poco de aliento, es un buen ejercicio. ¿Por qué? Porque aumenta la resistencia al mejorar la capacidad del corazón para bombear sangre y suministrar oxígeno a los órganos. Además, ayuda a contrarrestar la obstrucción y el endurecimiento de las arterias. Pruebe caminar, correr, hacer ciclismo, natación, clases aeróbicas, bailar o usar aparatos de gimnasia, como una cinta para correr o la bicicleta elíptica.

PARA MÚSCULOS FUERTES: Ejercicios de resistencia

El ejercicio que obliga a los músculos a resistir el movimiento, ya sea mediante el uso de elementos que resisten a la gravedad, como pesas o bandas elásticas, o mediante el uso de su propio peso corporal, le ayudará a mantener los músculos fuertes y a reducir el riesgo de pérdida de masa muscular, y a verse mejor. Las opciones incluyen el levantamiento de pesas en el gimnasio y el trabajo con bandas elásticas. Yoga y Pilates utilizan su peso corporal para ayudarlo a aumentar músculo y hay clases de ejercicios como BodyPump, que incorporan el trabajo con pesas.

PARA UNA MAYOR FLEXIBILIDAD: la elongación

Es vital hacer algunos ejercicios de elongación para estirar los músculos apretados o tensos y aumentar la circulación, mejorar la postura y mantener las articulaciones lubricadas, todo lo cual ayuda a moverse con más facilidad. Puede hacer ejercicios simples de elongación o practicar yoga, Pilates o tai chi. Trate de elongar durante 5 a 10 minutos diarios.

PARA LA COORDINACIÓN: ejercicios de equilibrio

La estabilidad se puede mejorar mediante ejercicios que impliquen mantener el equilibrio. Esto incluye cualquier actividad en la que deba transferir el peso de un pie al otro (caminar, correr, bailar, hacer taichi o jugar a la rayuela con los nietos). Hacer equilibrio de pie, sobre una pierna, mejora el equilibrio estático. Si tiene problemas de equilibrio, como el síndrome de Ménière o un problema ortopédico, consulte a su médico.

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