Sea la primera o el control anual, hay ciertas cuestiones
que siempre debe consultar en la visita al ginecólogo.
Fuente: Salud a Diario
¿Cuándo debería realizarse la primera visita
ginecológica?
Es conveniente que esta se realice entre cuatro y seis meses
después de la primera regla. Además, es importante que la adolescente no la
postergue cuando piense que está próxima a iniciar su vida sexual para recibir
información detallada sobre ciclo menstrual, medidas de prevención de embarazo
y de protección contra ITS.
¿En qué consiste la primera visita ginecológica?
Se toman los datos de salud familiar y personal, se evalúa
estado y presión arterial. Se evalúan los ciclos menstruales (largo, duración e
intensidad del sangrado), la presencia de dolor pélvico o flujo vaginal. La
consejería debe incluir también aspectos sobre su desarrollo integral como
adolescente, su proyecto de vida, sus opciones en cuanto a sexualidad y su
situación familiar. Es importante destacar elementos relacionados con su
empoderamiento para tomar las decisiones más adecuadas para ella, en cuanto a
su vida sexual y sus relaciones de pareja. Otro aspecto a indagar es la
presencia de acoso o violencia, tema difícil de exponer para las mujeres, en
especial las adolescentes. Debemos recordar que la población adolescente no es
homogénea, ya que esta etapa representa un período de maduración biológica,
psíquica y social que ocurre en formas diferentes para cada persona, y por ello
la consejería se ajusta siempre al desarrollo psicoemocional de cada
adolescente.
¿Cuál es la importancia del apoyo familiar en la primera
visita ginecológica?
Es conveniente contar con el apoyo de los padres, en especial
de la madre o de la persona que esté a cargo de la adolescente, pues
requiere adelantarse a los hechos y prevenir consecuencias. Que asista
acompañada a la consulta con su ginecóloga o matrona para que se sienta
apoyada. Sin embargo, los profesionales de salud, tienen la obligación de
resguardar la confidencialidad de la atención, información que solo puede
divulgarse con consentimiento de la adolescente o que está sujeta a los mismos
requisitos que se aplican en el caso de la confidencialidad de adultos. Pueden
exigir que no se invada su privacidad y que quien la acompañe no participe de
la consulta, salvo solicitud expresa de la adolescente. Y no se puede
condicionar la entrega de anticoncepción u otros servicios, a la aprobación de
los padres.
¿En qué consiste el control ginecológico periódico?
En ausencia de patología y factores de riesgo, el control
ginecológico periódico se considera un control sano, para asegurarse de que
todo esté normal, y puede realizarse a intervalos variables de tiempo según
la edad de la mujer y su estilo de vida. En las usuarias de anticoncepción, la
frecuencia de los controles dependerá del método que estén usando. En general,
se evalúan los antecedentes médico-quirúrgicos y de salud familiar, los
síntomas o signos de enfermedad, el peso, presión arterial y ciclos
menstruales. Se realiza una revisión manual de mamas y un examen de genitales
externos e internos, y si fuese necesario, se toman o solicitan muestras
citológicas del cuello del útero (PAP), exámenes de pesquisa de infecciones de
transmisión sexual en flujo vaginal y sangre, ecografías ginecológicas u otros
exámenes, con el fin de detectar alteraciones ginecológicas no pesquisables con
el examen ginecológico manual. Se evalúa la necesidad de realizar mamografía
y/o ecografía mamaria, si existen molestias o dudas en el examen manual o hay
antecedentes familiares de cáncer de mama. Además, si es atingente, se conversa
sobre anticoncepción o se chequea el buen uso de los métodos. En mujeres post
menopaúsicas pueden solicitarse otros exámenes, como por ejemplo densitometría
ósea para determinar si existe pérdida de masa ósea.
¿Varía según la edad?
El control ginecológico periódico, cambia en cada etapa
del ciclo vital de la mujer, ya que cada etapa de la vida tiene sus
características propias. Por esto, se evalúan distintos parámetros y se
indican los exámenes necesarios para evaluar la condición de salud de cada
mujer según edad, condición reproductiva, factores de riesgo por antecedentes
médicos propios y familiares o por factores conductuales como la exposición al
riesgo de ITS. ¿Para qué debe realizarse? Es una medida preventiva para la
detección precoz de problemas de salud sexual y reproductiva. Ofrece la
posibilidad de recibir información y orientación en estas materias.