La salud cardíaca de una mujer antes del embarazo puede
determinar los resultados durante el embarazo.
Fuente: Salud a Diario
La salud del corazón de una mujer antes de quedar
embarazada está fuertemente relacionada con su probabilidad de experimentar una
complicación durante su embarazo o trabajo de parto. Si bien es sabido que
el estado de gestación impone demandas extras al aparato cardiovascular, el
peligro puede variar muchísimo, dependiendo de diversos factores; por lo cual
se hacía necesario un estudio que los evaluara. Tal misión fue la que acometió
un trabajo llevado a cabo por Northwestern Medicine, perteneciente a la
universidad del mismo nombre en Illinois, Estados Unidos. El estudio examinó
la presencia de cuatro factores de riesgo cardiovascular en mujeres antes de
quedar embarazadas: tabaquismo, peso corporal no saludable, hipertensión y
diabetes. La evidencia mostró que, con la presencia de cada factor de
riesgo adicional, la probabilidad de que la mujer experimentara un resultado
adverso en el embarazo aumentaba cada vez más. Esos resultados adversos
incluyen: la admisión en la unidad de cuidados intensivos (UCI) materna, el parto
prematuro, el bajo peso al nacer y la muerte fetal. “No nos sorprende que la
obesidad o la hipertensión estén asociadas con un mayor riesgo de resultados adversos en el embarazo, pero lo sorprendente es que descubrimos que con
cada factor de riesgo adicional, el riesgo de resultados adversos en el
embarazo aumenta sucesivamente”, dice la Dra. Sadiya Khan, profesora asistente
de Medicina y Medicina Preventiva en la Facultad de Medicina Feinberg de la
Universidad Northwestern. Así, “la suma de todos los factores de riesgo es
mayor que las partes individuales”.
Cambio necesario en la salud cardiovascular
El estudio obtuvo la evidencia de más de 18 millones de
embarazos. Razón por la cual los hallazgos abogan por una evaluación cardiovascular más completa antes del embarazo, en lugar de centrarse en
factores de riesgo individuales, como el índice de masa corporal o la
presión arterial de forma aislada, asevera Khan, también cardiólogo y
epidemiólogo de Northwestern Medicine. “En realidad, no todos los embarazos están
planificados, pero lo ideal sería evaluar a las mujeres mucho antes de que
quedaran embarazadas, para que haya tiempo para optimizar su salud”, agrega
la profesional. “También debemos cambiar nuestro enfoque hacia la priorización
y promoción de la salud de la mujer como sociedad, por lo que en lugar de
simplemente identificar la hipertensión, evitamos que la presión arterial se
eleve en primer lugar”. “Existe una brecha en la comprensión de cómo estos
resultados afectan la salud a largo plazo de las mujeres y sus hijos”, agrega
Michael Wang, estudiante de cuarto año de Medicina en Feinberg y también
miembro del equipo investigador. “Estos datos son emocionantes porque, con
suerte, ayudarán en el diseño de intervenciones y centrarán una mayor atención
en llenar el vacío de atención para estas mujeres”.
El riesgo cardiovascular, cada vez más temprano
Además, los niveles de obesidad y presión arterial alta
antes del embarazo están aumentando, dice Khan, y hay algunos indicios de que
las mujeres están adquiriendo factores de riesgo cardiovascular a edades más
tempranas que antes. En paralelo, más mujeres quedan embarazadas más
adelante en la vida, lo que les da a los factores de riesgo más tiempo para
acumularse. “En conjunto, esto ha creado una tormenta perfecta de más
factores de riesgo, embarazos de inicio más temprano y más tardíos”, indica
Khan. El estudio salió de un análisis transversal de datos maternos y fetales
del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS, por su sigla en inglés) de
EE. UU., entidad que recopila información sobre todos los nacidos vivos y las
muertes fetales después de las 20 semanas de gestación. Los datos a nivel
individual se agruparon desde los nacimientos hasta las mujeres de 15 a 44 años
de 2014 a 2018. Se incluyeron en el análisis un total de 18.646.512 embarazos.
La edad materna promedio fue de 28,6 años. Los científicos asignaron a las
mujeres una puntuación de factor de riesgo de 0-4 (0 para ningún factor de
riesgo o 4 para los cuatro factores de riesgo, por ejemplo). Más del 60 % de
las mujeres tenían uno o más factores de riesgo cardíaco antes del embarazo. En
tanto que el 52,5 %, el 7,3 %, el 0,3 % y el 0,02% tenían uno, dos, tres y
cuatro factores de riesgo, respectivamente. El estudio encontró una asociación
gradual entre un mayor número de factores de riesgo y la complicación del
embarazo por cualquiera de los cuatro resultados adversos. Por ejemplo, en
comparación con las mujeres sin factores de riesgo, el ratio de riesgo para la
admisión materna en la UCI fue 1,12 veces más probable que ocurriera para un
solo factor de riesgo; 1,86 veces más probable para dos factores de riesgo;
4,24 veces más probable para tres factores de riesgo; y 5,79 veces más probable
para cuatro factores de riesgo. Hay que aclarar que todos los análisis se
ajustaron por edad materna al momento del parto, etnia, educación, recepción de
atención prenatal, paridad y pluralidad de nacimientos. Debido a ello, los
resultados de este trabajo sobre una cantidad de mujeres muy grande son considerados
sólidos y representativos