Mediante un nuevo estudio genético de ADN, es posible
detectar más de 30 enfermedades.
Fuente: Salud a Diario
Una nueva prueba de ADN, desarrollada por investigadores del
Instituto Garvan de Investigación Médica en Sydney, Australia, y colaboradores
de Reino Unido e Israel, logró identificar una gama de enfermedades genéticas neurológicas y neuromusculares difíciles de diagnosticar de manera
más rápida y precisa que pruebas existentes. En lo que representa un
quiebre, “diagnosticamos correctamente a todos los pacientes con afecciones que
ya se conocían, como la enfermedad de Huntington, el síndrome de X frágil, las
ataxias cerebelosas hereditarias, las distrofias miotónicas, las epilepsias
mioclónicas, la enfermedad de la motoneurona y más”, dice el Dr. Ira Deveson,
director de Tecnologías Genómicas de Garvan Institute.
Diagnóstico complicado
Las enfermedades cubiertas por la prueba pertenecen a una
clase de más de 50 enfermedades causadas por secuencias de ADN repetitivas
inusualmente largas en los genes de una persona, conocidas como “trastornos
de expansión de repetición en tándem corto (STR según su sigla en inglés)”. “A
menudo son difíciles de diagnosticar debido a los síntomas complejos que
presentan los pacientes, la naturaleza desafiante de estas secuencias
repetitivas y las limitaciones de los métodos de prueba genética existentes”,
dice el Dr. Deveson. El nuevo test, en cambio, es preciso y permite que el
equipo comience las validaciones para que la prueba pronto esté disponible en
los servicios de patología de todo el mundo. Un paciente que participó en
el estudio, John, se dio cuenta por primera vez de que algo andaba mal cuando
experimentó problemas inusuales para mantener el equilibrio durante una lección
de esquí. “Era muy preocupante tener síntomas que, con los años, aumentaron en
gravedad; de ser activo y móvil a no poder caminar sin apoyo. Tuve examen tras
examen durante más de diez años y absolutamente ninguna respuesta sobre qué
estaba mal”, dice. Finalmente se le diagnosticó una rara enfermedad genética
llamada Canvas, que afecta el cerebro. “Fue tranquilizador confirmar finalmente
mi diagnóstico genéticamente, y es emocionante saber que, en un futuro cercano,
otras personas con este tipo de afecciones podrán obtener un diagnóstico más
rápido que yo”, remarca. “Para pacientes como John, la nueva prueba cambiará
las reglas del juego y ayudará a poner fin a lo que a menudo puede ser una
odisea diagnóstica agotadora”, destaca el Dr. Kishore Kumar, coautor del
estudio y neurólogo clínico en el Hospital Concord. Los trastornos de expansión
repetidos pueden transmitirse de padres a hijos, pueden poner en peligro la
vida y generalmente implican daños en los músculos y los nervios, así como
otras complicaciones en todo el cuerpo.