El dolor es una respuesta
del organismo. Descubra por qué no es malo sentir dolor y cuáles son las
enfermedades que alteran esta sensación.
El dolor nos
informa acerca de una agresión interna o externa contra nuestro organismo
y de la necesidad de remediarlo. Puede ser a causa de una lesión física, aunque
también, puede ser moral o estar relacionada a una disfunción de los
mecanismos del dolor.
Mecanismos del dolor
El dolor
desencadena primero la liberación de sustancias que activan receptores
nerviosos especializados, los nociceptores. Están distribuidos por todo
el cuerpo, en la piel, los músculos, las articulaciones, los vasos sanguíneos,
las mucosas o las paredes de las vísceras, con excepción del encéfalo. El
mensaje nervioso se dirige después a lo largo de los nervios periféricos
hacia la médula espinal, donde las neuronas locales lo atenúan al
sintetizar una especie de morfinas naturales: las endomorfinas o endorfinas. Al
alcanzar el cerebro, se transforma en sensación dolorosa. Como respuesta,
el cerebro desencadena un programa motor adaptado, por ejemplo: alejarse de una
fuente de calor, que, en muchos casos, viene a completar la reacción refleja ya
efectuada, como retirar la mano de una superficie punzante.
Combatir el dolor
Por definición, lapercepción del dolor es subjetiva. Los terapeutas han elaborado escalas de dolor,
que van de 0 a 10, destinadas a cuantificarlo. Otros parámetros, tales como su localización,
duración, descripción, factores de agravamiento o mejoramiento, también se
tienen en cuenta. Estas herramientas de evaluación tienen la intención de proveer
respuestas terapéuticas adaptadas. De este modo, el ácido acetilsalicílico,
más conocido como aspirina, es una molécula cuya función es bloquear en los
tejidos lesionados la síntesis de prostaglandinas, sustancias que aumentan
la sensibilidad de los nociceptores y tienen que ver en la transmisión
de la sensación de dolor. Las anestesias locales, que inhiben localmente la
conducción nerviosa, logran que la zona dolorida permanezca insensible.
Mucho más poderosos, algunos analgésicos de efecto central activan los
receptores morfínicos situados en la médula espinal, el tronco cerebral, el
tálamo y el sistema límbico. Otros inhiben la liberación de la sustancia P y,
de esa forma, la transmisión del mensaje doloroso.
Problemas con el dolor
El mal
funcionamiento de los mecanismos del dolor puede acarrear importantes
patologías. En algunos países industrializados, entre el 2% y el 6% de la población,
en especial las mujeres, sufren fibromialgia, es decir, dolores
continuos que alcanzan a los músculos, los tendones y los ligamentos, sin poder
identificar las causas orgánicas. Estos síntomas que afectan la calidad de vida
están acompañados de problemas de sueño y fatiga crónica. En exámenes
realizados a estos pacientes, se reveló un exceso de sustancia P, un neurotransmisor
ligado a las neuronas que conducen el dolor en la médula espinal. Su nivel
podría ocasionar un aumento anormal de registros dolorosos. La escasa cantidad
de otros neurotransmisores, como la serotonina, que controla el dolor,
también podría influir. Por el contrario, algunas personas se ven perjudicadas
por una disminución, incluso una ausencia de reacción, a los
estimulorreceptivos, denominada asimbolia (amnesia, pérdida de la facultad
de reconocer los símbolos) del dolor, aunque los circuitos nerviosos
permanezcan intactos. La causa podría ser la mala conexión de algunas redes de
neuronas cerebrales, las lesiones parietales o la mutación de un gen. En estas
dos patologías, la perturbación de la función de alerta que normalmente
cumple el dolor resulta un peligro para el paciente.