Al parecer, síntomas que no se relacionaban con la
enfermedad de Parkinson sí tendrían vinculación.
Fuente: Salud a Diario
La pérdida de audición y la epilepsia también son
características tempranas de la enfermedad de Parkinson. Así lo afirma una
nueva investigación pionera de la Universidad Queen Mary de Londres. Los
investigadores, financiados por Bart’s Charity, utilizaron registros
electrónicos de atención médica primaria de más de un millón de personas que
vivían en el este de Londres entre 1990 y 2018, para explorar los síntomas
tempranos y los factores de riesgo del párkinson. Los investigadores
encontraron que los síntomas conocidos asociados con el párkinson, incluidos
los temblores y los problemas de memoria, pueden aparecer hasta diez y cinco
años antes del diagnóstico, respectivamente. También descubrieron dos
nuevas características tempranas del párkinson, la epilepsia y la pérdida de
audición, y pudieron replicar estos hallazgos utilizando datos adicionales del
Biobanco del Reino Unido. Si bien los primeros signos de la enfermedad de
Parkinson se han descrito anteriormente, estos estudios se han centrado en gran
medida en las poblaciones blancas acomodadas, con pacientes de grupos étnicos
minoritarios y aquellos que viven en áreas de alta privación social, en gran
medida subrepresentados en la investigación de la enfermedad de Parkinson hasta
la fecha.
Nuevos factores de riesgo para el párkinson
La autora principal del estudio, la Dra. Cristina Simonet,
neuróloga y estudiante de la Universidad Queen Mary de Londres, comentó: “Nuestros
resultados descubrieron nuevos factores de riesgo y síntomas tempranos:
epilepsia y pérdida de audición. Si bien investigaciones anteriores han
insinuado la asociación, de que la epilepsia es más frecuente en pacientes con
párkinson que en la población general, ahora se necesita más investigación para
comprender completamente el por qué. Mientras tanto, es importante que los
médicos de atención primaria sean conscientes de estos vínculos y comprendan
qué tan temprano pueden aparecer los síntomas de la enfermedad de Parkinson,
para que los pacientes puedan obtener un diagnóstico oportuno y los médicos
puedan actuar temprano para ayudar a controlar la afección”. Por su parte, el
Dr. Alastair Noyce, profesor de Neurología y Neuroepidemiología en la
Universidad Queen Mary de Londres, quien también es autor de la nueva
investigación, continúa: “Las personas ven a sus médicos de cabecera con
síntomas, pero a menudo no obtienen un diagnóstico hasta cinco o diez años
después de esto. El temblor, por ejemplo, es uno de los síntomas más reconocibles
del párkinson, pero se observó diez años antes del diagnóstico final en nuestro
estudio. Esto es demasiado tiempo para los afectados. Si somos capaces de
diagnosticar el párkinson antes, tenemos una oportunidad real para intervenir
de forma precoz y ofrecer tratamientos que puedan mejorar la calidad de vida delos pacientes”.