Aprenda a cuidar el sentido de la audición y disfrute de una
vida en conexión con los demás.
1. ELIMINE LA CERA DEL OÍDO
Los oídos producen más cerumen y esto amortigua los
sonidos. Los oídos se limpian por sí mismos, siempre y cuando el cerumen no se
endurezca. Para que se ablande, colóquese una o dos gotas de aceite de oliva en
los oídos y déjelas actuar toda la noche (proteja la almohada con una toalla).
2. SIGA UNA DIETA SALUDABLE Y EQUILIBRADA
En un estudio realizado a 2.111 personas de 49 a 99 años de
edad, en la Universidad de Vanderbilt, Tennessee, EE. UU., se demostró que
escuchaban mejor aquellas personas que llevaban una dieta rica en vitaminas
C y E, riboflavina (un tipo de vitamina B), magnesio y licopeno (una
sustancia química vegetal que contiene el jitomate).
3. HAGA SUFICIENTE EJERCICIO
Científicos de los EE. UU. observaron, en un grupo de
voluntarios que no presentaban condiciones óptimas de salud, que dos meses de ejercicio
aeróbico contribuyeron al aumento de la sensibilidad auditiva y de la salud cardiovascular. Sin embargo, no debe hacer ejercicio escuchando música a
todo volumen: más allá del ruido en sí mismo, investigadores suecos demostraron
que la combinación de música estridente y actividad física aumenta el daño
auditivo.
4. ATIENDA ESOS RONQUIDOS
Si usted o su pareja roncan, procuren solucionar el
problema. Mientras tanto, para dormir, pueden usar tapones para los oídos.
En distancias cortas, los ronquidos pueden alcanzar 90 decibeles (más ruidoso
que un taladro neumático). En un estudio realizado en Canadá, las cuatro
parejas que roncaban sufrieron una reducción de los niveles auditivos en el
oído que se encontraba junto a la fuente del ronquido.
5. REDUZCA LAS GRASAS SATURADAS
Aumentan los niveles de colesterol en sangre, lo que
empeora la aterosclerosis y acelera la pérdida de la audición, debido a que se
reduce el flujo de sangre hacia el oído interno. Investigadores médicos del
Hospital El Bierzo, en León, España, examinaron a 180 pacientes mayores de 65
años que sufrían de pérdida auditiva y observaron que quienes tenían
altos niveles de colesterol habían disminuido la audición de modo
significativo.
6. COMA PESCADOS GRASOS
Un estudio realizado por la Universidad de Sidney,
Australia, a 2.956 participantes de más 50 años comprobó que cuanto más
elevada es la ingesta de ácidos grasos omega-3, más bajo es el riesgo de
pérdida de la audición relacionada con la edad. Asimismo, un mayor consumo
de omega-3 evita que empeoren las disfunciones auditivas preexistentes.