Si tiene ganas de ir al gimnasio, pero lo frena el miedo,
estos consejos le resultarán útiles.
Fuente: Healthline.com
Desde hace años, los investigadores estudian la relación
que existe entre ejercicio físico y trastornos de salud mental como la ansiedad.
Y han encontrado una clara relación entre mayor entrenamiento y niveles más
bajos de ansiedad y depresión. Varios estudios han señalado que las personas
con ansiedad y depresión pasaban mucho tiempo en estado sedentario, más aún que
la población promedio. Afortunadamente, se ha comprobado que el ejercicio
ayuda a manejar los síntomas de los desórdenes de salud mental. En efecto, una
investigación reciente indicó que cualquiera sea el tipo de actividad física
que realice, el ejercicio siempre se traduce en beneficios para la salud física y mental.
Los 286 participantes del estudio fueron divididos en tres
grupos: un grupo que realizaba actividad física de alta intensidad, otro grupo
que desarrollaba actividad física de baja intensidad y un tercer grupo de control.
Los integrantes de los grupos que ejercitaban mostraron mejorías notorias en síntomas
de ansiedad y depresión respecto de aquellos del grupo de control, afirma este artículo que
publicó Healthline.com.
Los efectos de la actividad física
Pero si bien la actividad física tanto de alta como de
baja intensidad puede mejorar su salud mental, tal vez se pregunte qué cantidad de ejercicio se necesita para efectivamente ver resultados. Se ha
demostrado que hasta una breve caminata a paso rápido de diez minutos puede
reducir niveles de ansiedad. Si aún después de haber seguido estas recomendaciones,
no consigue resolver el problema, no permita que ese obstáculo le impida
mantenerse físicamente activo.
Alternativas para cuando la ansiedad impide ir al gimnasio
Si la ansiedad del gimnasio interfiere en sus niveles de
actividad, pruebe estas alternativas.
Ejercite en casa: Existen muchas y muy buenas
aplicaciones de entrenamiento actualmente en el mercado, además de rutinas a
las que puede acceder mediante YouTube u otros sitios web. Aunque no cuente con
todos los equipos necesarios, siempre puede encontrar algo que funcione.
Ejercite al aire libre: Si el clima lo permite, salga
a caminar o a trotar al aire libre, practique tenis, básquet o natación.
Existen muchas formas de mantenerse activo más allá de las paredes del
gimnasio.
Si siente que este tipo de ansiedad le resulta debilitante o
no mejora con esfuerzo, busque ayuda profesional. De lo contrario, no se aflija,
recuerde que todas
las personas que hoy ve en el gimnasio fueron principiantes en algún momento. Todos
atravesaron esas puertas por primera vez y superaron desafíos. Lo más importante
es su salud y bienestar, y que pueda sentirse cómodo y seguro en todo aquello
que haga, concluye el artículo publicado en el portal Healthline.com.