Esta sensación de incomodidad y ansiedad no es algo
infrecuente.
Fuente: Healthline.com
En algún momento, es posible que se haya sentido ansioso,
intimidado o avergonzado al entrenar en el gimnasio. Tal vez lo atemorice lo
que otras personas puedan pensar sobre su aspecto o sus capacidades. Tal vez no
tenga idea de qué hacer o cómo usar los equipos y sienta que podría ser objeto de
críticas. Quizás le preocupa que el lugar esté demasiado lleno, demasiado
contaminado o que las máquinas que normalmente usa estén ocupadas. O tal vez le
incomode cambiarse cerca de desconocidos en el vestuario. Si alguna vez se
sintió de esta manera, sepa que no es el único. De acuerdo con la Asociación
Estadounidense de Psiquiatría (APA), los trastornos de ansiedad son los
problemas de salud mental más comunes afectan casi al 30% de los adultos en algún
momento de sus vidas. Estas sensaciones, dice la APA define como “anticipación de una
inquietud futura”, pueden manifestarse principalmente en forma de tensión
muscular y evasión.
Cómo identificar la ansiedad en el gimnasio
El ejercicio no solo ofrece beneficios para la salud física,
sino también para la salud
mental. Identificar
detonantes y desarrollar
mecanismos para lidiar con este tipo de ansiedad puede ayudarlo a abordar la
experiencia del gimnasio con seguridad, dominar esos sentimientos negativos y aprovechar los
beneficios del ejercicio.
¿Qué puede disparar la ansiedad del gimnasio?
Al igual que cualquier tipo de ansiedad, la ansiedad del
gimnasio puede ser compleja y presentar características específicas en cada
caso, pero aquí encontrará algunas circunstancias comunes que pueden
activar este problema.
Es principiante: Si nunca antes ha realizado
actividad física en un gimnasio o ha pasado mucho tiempo desde la última vez
que visitó uno, puede sentirse intimidado. ¿Todos estarán en mejor estado
físico que yo? ¿Me criticarán? ¿Qué debo hacer y cómo
comienzo? Estos pensamientos y sentimientos, a los que se conoce como
ansiedad situacional, son provocados por situaciones desconocidas, como
explica este artículo del portal www. Healthline.com.
Ha cambiado de gimnasio: Tal vez durante un tiempo
haya concurrido a un gimnasio determinado, pero recientemente haya cambiado de
lugar. Familiarizarse con la nueva disposición del lugar, encontrar el
vestuario, los baños y los equipos que quiere usar y adaptarse a una nueva rutina
también puede causar ansiedad.
Tiene problemas para usar los equipos: Tal vez quiera
usar la prensa para las piernas, pero no logra dilucidar cómo ajustarla y eso
lo hace sentir nervioso y avergonzado. Debe cambiarse frente a otras personas Si
va al gimnasio después del trabajo o planea ir a otro lugar después de
ejercitarse, es probable que deba cambiarse antes o después de realizar
actividad física. Tener que hacerlo en un vestuario público tal vez le produzca
incomodidad.
El gimnasio está repleto: Especialmente ahora como
consecuencia de la pandemia, los espacios cerrados llenos de gente pueden
causar intranquilidad en muchas personas. La ansiedad post-COVID- 19 es un
problema real, y la idea de retomar la vida tal como la conocíamos antes de la
pandemia puede despertar sentimientos de temor e incertidumbre.
Es mujer y quiere usar el área de pesas, un espacio típicamente
dominado por hombres: Esto puede resultar intimidante, aunque no sea
principiante en un ámbito como el gimnasio. En un estudio en el que
participaron 116 mujeres en edad universitaria, se señaló que, si bien un
porcentaje considerable conocía los beneficios del entrenamiento en resistencia, aun así no
alcanzaba a realizar la cantidad de actividad recomendada. En parte, las
participantes mencionaron cuestiones de tiempo y esfuerzo como barreras. Sin
embargo, los investigadores advirtieron que otros factores, como sensación de
intimidación o de estar siendo juzgadas e inseguridad al no saber cómo usar los
equipos, también contribuían a esta situación.