Si incorpora estos hábitos en su rutina, bajar de peso no le
resultará un sacrificio extra, sino una parte más de su día a día.
1. Coma en pequeñas cantidades durante todo el día
En el trabajo, no se limite sólo a la hora del almuerzo.
Calme el apetito con un refrigerio saludable a media mañana. Consumirá
menos a la hora del almuerzo y de la cena. Ventaja: el refrigerio equilibrará el
azúcar en sangre y la mantendrá más alerta y productiva.
2. Tome otra ruta hacia el baño
Si normalmente pasa por la máquina de golosinas o
galletitas, tome el camino más largo. No sólo quemará más calorías, sino que
también evitará los tentempiés.
3. Reaprovisione su oficina con alimentos saludables
Deshágase de todas esas notas adhesivas y grapas que están
en el cajón de su escritorio. En su lugar, guarde una caja de barras de
granola bajas en grasas (el perfecto refrigerio o sustituto del desayuno),
una botella de agua mineral (la mantiene alejada de la máquina de gaseosas y
bebidas) y una bolsa ya sea de mentas que se disuelvan poco a poco o de
caramelos (ayudarán a evitar que tome algún tentempié innecesariamente).
4. Envíe menos correos electrónicos
Haga su parte para personalizar más su lugar de trabajo
y, al mismo tiempo, queme más calorías. Camine por los pasillos para
entregar la información en lugar de enviarla por correo electrónico. Además, le
dará un pretexto para charlar con el nuevo empleado de cuentas por cobrar.
5. Divida la hora de la comida en dos partes
En realidad, comer lleva sólo unos cuantos minutos.
Entonces, ¿por qué quedarse sentada el resto del tiempo? Dedique un poco de
tiempo a comer y socializar, y luego salga a caminar, todos y cada uno
de los días.
6. Organice un club de caminata a la hora del almuerzo
Es probable que haya más personas en el trabajo que también
estén intentando bajar de peso. Envíe un correo electrónico grupal o
publique un anuncio en el boletín de la empresa y una esfuerzos con otros.
7. Cierre los ojos por 20 minutos
Descansar bien ayuda a mantener en equilibrio las hormonas
que regulan el apetito. Trate de negociar con su jefe una breve siesta a
cambio de mayor productividad. Si eso no es posible, sólo cierre los ojos un
rato. Proporciona muchas de las ventajas relajantes de una siesta.
8. Guarde una pesa bajo el escritorio
En sus ratos libres haga flexiones de bíceps mientras
habla. No sólo tonificará brazos, sino desarrollará músculo, un tejido
activo (consume calorías aun si no hace nada). Las pesas para tobillos
funcionan igual. Haga una serie de extensiones de piernas debajo del
escritorio.
9. Lleve una lata de almendras
En una lata lleve 22 almendras, lo que equivale a una
porción o a 169 calorías. Como son nutritivas y contienen mucha fibra,
consumirlas durante el día ayudará a sentirse más llena y a comer menos.
En un estudio, quienes comieron almendras como tentempié perdieron un 62% más
de peso que quienes no lo hicieron.