¿Podría un hábito arraigado de beber gaseosas o una adicción
a las galletitas dulces llevar a tu cerebro, poco a poco, cuesta abajo por un
camino de disminuciones y deterioro?
Algunos investigadores han demostrado con precisión lo
mala que puede ser una dieta de comida chatarra para el cerebro. Ellos
estudiaron ratas, en lugar de humanos, pero no hay que dar un gran salto para
ver cómo los resultados valen para todos nosotros. Científicos de la
Universidad de California en Los Ángeles alimentaron a algunos roedores con una
dieta saludable y a otros con una dieta elevada en grasas y en azúcar. A
algunas de las ratas se les permitió hacer ejercicio y a otras no. Luego todas
fueron puestas a prueba en una piscina (tamaño rata) para ver qué tan bien
recordaban la ubicación de una plataforma. Las ratas alimentadas solo con
comida chatarra que no hicieron ejercicio no tenían casi nada de memoria y
nadaron sin rumbo alrededor de la piscina. Se descubrió que tenían un reducido
nivel de la sustancia química conocida como “factor neurotrófico derivado
del cerebro” (BDNF por su sigla en inglés), que estimula el crecimiento de las neuronas y es fundamental para la memoria de largo plazo. Las alimentadas
con comida chatarra que hicieron ejercicio tuvieron un desempeño algo superior,
pero las que comieron sano e hicieron ejercicio fueron las mejores. Uno de los
problemas con los dulces y las bebidas azucaradas es su efecto en la glucosa.
La mayoría de ellos desencadena cambios tóxicos para las neuronas en el azúcar
en sangre. Y, por supuesto, pueden llevar a subir de peso y contribuyen al
desarrollo de diabetes, derrames cerebrales y cardiopatías, todo lo cual es
nocivo para el cerebro.
Coma de manera inteligente
Haga las comidas habituales: si está muy hambriento
porque deja pasar demasiado tiempo entre comidas, es probable que quiera algo
dulce para subir rápidamente el azúcar. No debería pasar más de cuatro a
cinco horas de ayuno sin una comida saludable o algo ligero.
Tenga frutas a mano a toda hora
Una de las razones por las que comemos galletitas dulces y
golosinas es porque están disponibles donde sea que miremos. ¡Intente encontrar
fruta en una máquina expendedora! Puede superar este inconveniente si tiene
una frutera en la mesa de su cocina, si lleva una manzana en tu bolso cuando
salís de casa y si dispone de pasas de uva (tienen mucha más azúcar que las
uvas, pero es mejor que consumir golosinas).
Mantenga los dulces escondidos
El dicho “Ojos que no ven, corazón que no siente” es verdad
cuando se trata de dulces. Si mantiene un bol con golosinas sobre su escritorio
en el trabajo, usted (y el resto) van a darse un gusto. Será más probable que
permanezca alejado de los dulces si los mantiene dentro de un cajón en otra
sala.