Muchas
son las formas de cultivar verduras para que lleguen a nosotros.
Las verduras orgánicas
Orgánico no sólo significa sin sustancias químicas, también se refiere al
modo en que se cultivan y manejan las plantas. Cada vez son más las personas
que optan por las verduras orgánicas, pues saben que éstas crecen en
condiciones ambientales acogedoras, y no en huertos comerciales donde se emplean
pesticidas, herbicidas y fertilizantes. Actualmente, aunque existe la Ley de
Productos Orgánicos, aún no es operativa por falta de reglamentación, por lo
que usted sólo podrá estar seguro que un producto es orgánico si ostenta una
etiqueta de certificación. Los agricultores de productos orgánicos
certificados no utilizan productos químicos sintéticos, fertilizantes u
organismos genéticamente modificados en sus prácticas de agricultura, de
acuerdo con los estándares y los principios que la certificación exige. Esta
certificación garantiza que la compra que usted haga sea orgánica. Lento pero
seguro, conforme proliferan los mercados de agricultores, los alimentos
orgánicos ya tienen presencia. De hecho, algunos supermercados ya los
ofrecen (secos y frescos), lo que ayudará, por esta competencia, a que el comprador
pague un poco menos por estos productos.
Biotecnología y suministro de alimentos
Al
combinar entre sí genética, biología, ingeniería química, bioquímica y ciencias
informáticas para crear la ciencia de biotecnología en alimentación, también
surgieron nuevas formas de vida vegetal y animal, y el medio para realzar la
calidad y la cantidad de los productos agrícolas generados. Los alimentos
genéticamente modificados (GM) son un resultado controversial de esta ciencia.
La ingeniería genética es la transferencia de genes entre plantas y
animales, lo que permite a los científicos copiar un gen para cierto rasgo deseable
en un organismo e implantarlo en otro. En nuestro país, son pocas las cosechas
GM cultivadas comercialmente, como soya, algodón y alfalfa. Y aunque parece
positivo, a muchos les preocupa la seguridad de los alimentos GM. Las
dos mayores preocupaciones son la posibilidad de reacciones alérgicas en
algunas personas, y lo que se conoce como "contaminación de genes", o
fuga de genes creados genéticamente hacia la naturaleza a través de una polinización
cruzada natural. Hoy día, cerca del 60 por ciento de los alimentos tratados,
importados y locales, contiene ingredientes GM, aditivos o procesamiento.
Alimentos irradiados
La
irradiación ayuda a preservar los alimentos mediante radiación ionizada,
la que destruye bacterias nocivas y otros patógenos en los alimentos.
También se conoce como pasteurizado en frío, el cual puede usarse para secar y hacer
más frescas frutas, verduras, hierbas y especias, siendo así más seguro
para el consumidor. También prolonga la duración de las verduras frescas antes
de venta, pues retrasa el proceso de maduración en algunas e inhibe los brotes
en otras. Los productos irradiados deben ser etiquetados según el código de
estándares en alimentos para que el público esté informado al momento de comprar.
La etiqueta en un paquete de un alimento tratado con radiación ionizada debe
incluir una leyenda como "tratado con radiación ionizada" o
"irradiado". biotecnología y suministro de alimentos Al combinar
entre sí genética, biología, ingeniería química, bioquímica y ciencias
informáticas para crear la ciencia de biotecnología en alimentación, también
surgieron nuevas formas de vida vegetal y animal, y el medio para realzar la calidad
y la cantidad de los productos agrícolas generados.
Cultivos hidropónicos
Los
cultivos hidropónicos más populares y cultivados son los de hierbas, tomate, pepino y lechuga, pues son más rentables. Pero esta técnica no es
más económica, sobre todo la de invernadero, ya que los nutrientes agrícolas usados
suelen valer el doble que los fertilizantes para el campo. Asimismo, es un
método que ocupa mucho tiempo y exige atención constante y habilidades
especiales. El lado positivo es que las plantas cultivadas con hidroponía crecen
aceleradamente y más que las cultivadas en tierra, pues reciben nutrientes
de alta calidad en condiciones de crecimiento controladas. La temporada de cultivo
aumenta, ya que las plantas a menudo se cultivan en interiores donde se controla
la luz, la humedad y la temperatura. Asimismo, las cosechas hidropónicas pueden
cultivarse en suelos considerados inadecuados para tales cultivos. Como
crecen en agua, las cosechas hidropónicas también emplean menos agua
adicional que las cosechadas en el campo. Quizá la mayor ventaja comercial
consiste en que, con un sistema hidropónico establecido, se pueden levantar más
cosechas ocupando menos espacio. Un huerto hidropónico da más jitomates por
hectárea que uno convencional porque las plantas pueden crecer más juntas entre
sí.