Cada vez más jóvenes, las personas empiezan a preocuparse
por su aspecto y a cambiar su alimentación.
Fuente: kidshealth.org
Hace décadas que la cultura de las dietas prendió fuerte
en nuestra sociedad. El sistema en el cual le damos más valor a lo que comemos
y a cómo nos vemos que a cómo nos sentimos, y que separa la comida entre “buena”
y “mala” opera de forma transversal en todas las generaciones. Y los
adolescentes son un grupo de riesgo frente a su consecuencia más temida: el
desarrollo de trastornos de alimentación. Dietas ricas en proteínas. Dietas
bajas en grasas. Dietas vegetarianas. Dietas sin hidratos de carbono. Con
tantas dietas, ¿cómo puede saber un adolescente cuáles son saludables y cuáles
no lo son?
Los motivos tras las dietas
La gente se pone a dieta por muchos motivos diferentes, como
explica este artículo publicado por el portal kidshealth.org. Algunas personas
tienen un peso excesivo y nada saludable, y necesitan prestar mayor atención a sus
hábitos alimentarios y de ejercicio físico. Otras hacen deporte y desean estar en
las mejores condiciones físicas. Otras creen que tendrían mejor aspecto si perdieran
unos pocos kilos. Mucha gente se siente presionada a perder peso y prueba
distintos tipos de dietas. Pero si un adolescente realmente necesita perder
peso, mejorar sus hábitos alimentarios y de ejercicio físico lo ayudará más que
cualquier dieta milagrosa.