De
acuerdo a la localización de la grasa corporal, corre más o menos riesgo su
salud.
Fuente:
CuidatePlus.com
Pera, manzana y reloj de arena: la grasa según el sexo
Los hombres y las mujeres presentan una distribución y una cantidad de grasa diferentes. Es una cuestión de biología que se traduce en
que, por norma general, los hombres tienen entre un cinco y un diez por ciento
menos de grasa corporal que las mujeres, según explica Alberto Hernández- Reyes,
dietista y nutricionista del departamento de Bromatología y Tecnología de los
Alimentos de la Universidad de Córdoba (España) en el artículo de CuidatePlus. “Contamos
con diferentes localizaciones anatómicas para almacenar grasa corporal. El
tejido adiposo subcutáneo (abdominal y subescapular en el tren superior y
gluteofemoral en el tren inferior) puede suponer el 80 % del total de grasa
acumulada. Los depósitos de grasa visceral abarcan en torno al 20 % restante. La morfología difiere según la localización, así
como el perfil metabólico, en el caso de mujer u hombre, de forma que, en función del
sexo, encontraremos una respuesta diferente en cuestiones como capacidad de
retención de la grasa según la zona”, añade Sánchez. La distribución
anatómica de la grasa corporal cambia en función de la edad y el sexo. El tejido
adiposo subcutáneo aumenta en el tronco en los adolescentes varones, y en
la zona gluteofemoral en las adolescentes mujeres. Esto conduce a
fenotipos distintivos en la edad adulta, que se han descrito como patrón de
grasa androide, más relacionada con el tipo manzana, frente a ginoide, tipo
pera. Sin embargo, tras la menopausia la circunferencia abdominal de las
mujeres tiende a aumentar. Se suele identificar a los hombres con ese tipo
manzana o androide, donde la grasa se localiza en la zona abdominal, y a las mujeres
con el tipo ginoide, con más acúmulo de grasa en la zona de las caderas, los muslos
y los glúteos, lo que recuerda a la forma de la pera. Sin embargo, estas
distribuciones topográficas pueden encontrarse en ambos sexos. Incluso hay quien
habla de un tipo reloj de arena, donde la cintura es más fina y el tamaño de hombros y caderas es poco más o menos el mismo.
El diámetro de la cintura predice riesgos de salud
La
grasa corporal se reparte de forma homogénea por todo el cuerpo, pero en
algunas zonas se acumula más cantidad. El exceso de grasa en hombres y en
mujeres es perjudicial, pero lo es aún más si se acumula en la cintura y el
tronco, al estar más próxima a órganos importantes como el corazón, el hígado,
los riñones. Es sencillo medir la circunferencia: simplemente con un metro
de costura por la zona donde es más prominente el abdomen. Y esto, según Sánchez,
permite “establecer correlaciones con incrementos en los depósitos de grasa visceral.
Este marcador, fácil y rápido de medir en consulta, es predictor del riesgo de
sufrir un evento cardiovascular”.
Según
la nota publicada en CuidatePlus, si se superan los 100 cm en el caso de los hombres
y los 90 cm en las mujeres, es hora de ponerse en manos de un profesional para
perder peso y, muy especialmente, reducir la posibilidad de que se deteriore
la fisiología de la zona abdominal, un aspecto que contribuye a un
empeoramiento de las funciones hepática, digestiva, respiratoria y cerebrovascular.
Esto se traduce en forma de alteraciones en el colesterol, en un aumento en los
niveles de triglicéridos, mayor riesgo de diabetes, de hipertensión arterial y
de aparición de trombos. Se trata de algo especialmente relevante en “la
obesidad androide, es decir, en el cuerpo en forma de manzana”, añade
Hernández-Reyes.