Los vegetales son fundamentales en toda etapa de la vida,
pero hay estudios que demuestran que benefician especialmente a mujeres y
jóvenes.
Fuente: Salud a Diario
Comer alimentos nutritivos de origen vegetal es positivo
para el corazón a cualquier edad y, tanto los adultos jóvenes como las
mujeres posmenopáusicas tienen menos ataques cardíacos y menos probabilidades
de desarrollar enfermedades cardiovasculares cuando ingieren alimentos
vegetales más saludables. Así se desprende de dos estudios de largo plazo,
dados a conocer durante este agosto por la American Heart Association. Cabe
destacar que las recomendaciones dietéticas y de estilo de vida de esta
entidad sugieren adoptar un patrón alimentario saludable basado en una variedad
de frutas y verduras, granos integrales, productos lácteos bajos en grasa, aves
y pescado sin piel, nueces y legumbres y aceites vegetales no tropicales.
También aconseja un consumo limitado de grasas saturadas, grasas trans, sodio,
carnes rojas, dulces y bebidas azucaradas.
Nuevo enfoque sobre la alimentación
El primero de los estudios, titulado “Una dieta centrada en
las plantas y el riesgo de incidencia de enfermedades cardiovasculares durante
la edad adulta joven o media”, evaluó si el consumo a largo plazo de una dieta
centrada en las plantas, a partir de la edad adulta temprana está asociada con
menor riesgo de enfermedad cardiovascular en la mediana edad. Investigaciones
anteriores se habían centrado “en nutrientes individuales o alimentos
individuales, sin embargo, había pocos datos sobre una dieta centrada en las
plantas y el riesgo a largo plazo de enfermedad cardiovascular”, dice Yuni
Choi, autor principal del estudio e investigador postdoctoral en la división de
epidemiología y salud comunitaria de la Escuela de Salud Pública de la
Universidad de Minnesota (Estados Unidos). Choi y sus colegas examinaron la
dieta y la aparición de enfermedades cardíacas en 4.946 adultos inscritos en el
estudio “Desarrollo de riesgo de arteria coronaria en adultos jóvenes”
(CARDIA). Los participantes tenían entre 18 y 30 años en el momento de la
inscripción (1985-1986) en este estudio y no tenían enfermedad cardiovascular
en ese momento. Los participantes incluyeron 2.509 adultos negros y 2.437
adultos blancos (54,9% mujeres en general). Los participantes se sometieron a
ocho exámenes de seguimiento desde 1987-88 hasta 2015-16 que incluyeron pruebas
de laboratorio, mediciones físicas, historiales médicos y evaluación de
factores de estilo de vida. A diferencia de los ensayos controlados aleatorios,
a los participantes no se les indicó que comieran ciertas cosas y no se les
informó su puntaje en las medidas de la dieta, por lo que los investigadores
pudieron recopilar datos no sesgados de la dieta habitual a largo plazo. Los
grupos de alimentos se clasificaron en alimentos beneficiosos (como frutas,
verduras, porotos, nueces y cereales integrales); alimentos adversos (como
papas fritas, carnes rojas con alto contenido de grasa, bocadillos salados,
pasteles y refrescos); y alimentos neutros (como patatas, cereales refinados,
carnes magras y mariscos) según su asociación conocida con enfermedades
cardiovasculares.
Seguimiento de la alimentación por décadas
Durante los 32 años de seguimiento, los investigadores
encontraron que 289 de los participantes desarrollaron enfermedades
cardiovasculares (que incluyen ataque cardíaco, accidente cerebrovascular,
insuficiencia cardíaca, dolor de pecho relacionado con el corazón o arterias
obstruidas en cualquier parte del cuerpo).
Otros resultados a destacar:
• Las personas que obtuvieron rangos en el 20 % superior
en el puntaje de calidad de la dieta a largo plazo (lo que significa que
comieron los alimentos vegetales más ricos en nutrientes y menos alimentos de
origen animal evaluados negativamente) tenían un 52 % menos de probabilidades
de desarrollar enfermedades cardiovasculares, después de considerar varios
factores (incluida la edad, sexo, raza, consumo calórico promedio, educación,
antecedentes de enfermedad cardíaca de los padres, tabaquismo y actividad
física promedio).
• Además, entre los años 7 y 20 del estudio, cuando las
edades de los participantes oscilaban entre los 25 y los 50 años, aquellos que
mejoraron más la calidad de su dieta (consumiendo más alimentos vegetales
beneficiosos y menos productos animales evaluados negativamente) tenían un 61%
menos de probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares posteriores
en comparación con los participantes cuya dieta calificó peor.
Los beneficios de una dieta centrada en plantas
“Una dieta rica en nutrientes y centrada en plantas es
beneficiosa para la salud cardiovascular. Una dieta centrada en plantas no es
necesariamente vegetariana”, afirma Choi. “Las personas pueden elegir entrealimentos vegetales que sean lo más naturales posible, no altamente procesados.
Creemos que las personas pueden incluir productos de origen animal con
moderación de vez en cuando, como aves de corral no fritas, pescado no frito,
huevos y productos lácteos bajos en grasa”.
La Portfolio Diet
En otro estudio, “Relación entre una cartera dietética
basada en plantas y el riesgo de enfermedad cardiovascular: hallazgos del
estudio de cohorte prospectivo de la Iniciativa de Salud de la Mujer (WHI)”, de
la Universidad de Brown, evaluó si las dietas para reducir los niveles de
colesterol "malo" (conocidas como Portfolio Diet) se asociaban con
menos eventos de enfermedades cardiovasculares en un gran grupo de mujeres
posmenopáusicas. La Portfolio Diet incluye frutos secos; proteína vegetal de
soja, frijoles o tofu; fibra soluble viscosa de avena, cebada, quimbombó,
berenjena, naranjas, manzanas y bayas; esteroles vegetales de alimentos
enriquecidos y grasas monoinsaturadas que se encuentran en el aceite de oliva y
canola, y en las paltas; junto con un consumo limitado de grasas saturadas y
colesterol en la dieta. El estudio analizó si las mujeres posmenopáusicas
que siguieron la Portfolio Diet experimentaron menos eventos de enfermedades
cardíacas. El estudio incluyó a 123.330 mujeres en los Estados Unidos. Cuando
las mujeres en este análisis se inscribieron en el estudio entre 1993 y 1998,
tenían entre 50 y 79 años (edad promedio de 62) y no tenían enfermedades cardiovasculares.
Se siguió al grupo de estudio hasta 2017 (tiempo medio de seguimiento de 15,3
años).
Los investigadores encontraron:
• En comparación con las mujeres que siguieron Portfolio
Diet con menos frecuencia, aquellas con la alineación más cercana tenían un 11%
menos de probabilidades de desarrollar cualquier tipo de enfermedad
cardiovascular, un 14% menos de probabilidades de desarrollar una enfermedad
coronaria y un 17% menos de probabilidades de desarrollar insuficiencia
cardíaca.
Estos resultados muestran que todavía hay espacio para
que las personas incorporen más alimentos vegetales que reducen el colesterol
en sus dietas. Con una adherencia aún mayor al patrón dietético de la
Portfolio Diet, se esperaría una asociación con incluso menos eventos
cardiovasculares, tal vez tanto como al tomar medicamentos para reducir el
colesterol.