Cada vez hay más oferta de leches vegetales, por eso, conviene estar informado de sus beneficios.
Fuente: thehealthy.com
Ya
sea para mezclar con cereales o para beber antes de acostarse como inductor del
sueño, la leche suele ser un componente saludable y reconfortante en
muchas dietas. Sin embargo, no todos están interesados en la leche tradicional
de vaca. Son muchas las personas que abandonan el consumo de lácteos vacunos
por razones de salud o por motivos personales. Ahora que las leches de
almendras, avena, soja y castañas de cajú tienen cada vez más adeptos, son
muchas las opciones disponibles. Según Research and Markets, una empresa de
investigación de marketing global, se espera que para 2024 el mercado de leches
vegetales se transforme en una industria de 21,5 mil millones de dólares en los
Estados Unidos. Hoy las ventas de este tipo de leches representan un 14 por
ciento de la totalidad de la categoría “leches”, de acuerdo con información
provista por la Asociación de Alimentos Vegetales del mismo país. A
continuación, un recorrido por las razones para elegir este tipo de alimentos, algunas
de las variedades disponibles, sus beneficios y cómo prepararlas.
¿Quién consume leche vegetal?
Dos
tercios de las personas que compran leches vegetales eligen estas
alternativas por su sabor, según un informe de la empresa de investigación
Statistica. Otras personas optan por ellas porque adoptan un estilo de vida
vegano o vegetariano. Asimismo, muchos evitan consumir leche de vaca y
otros lácteos de origen animal porque experimentan intolerancia a la lactosa.
El cuerpo humano emplea una enzima llamada lactasa para descomponer la lactosa,
un azúcar presente en la leche y en otros productos lácteos. Quienes
experimentan intolerancia no producen suficiente lactasa y el intestino
delgado no logra digerir la totalidad de la lactosa de la leche o de los
productos derivados de la leche que comemos o bebemos. Según informes de los
Institutos Nacionales de Salud de la Biblioteca Nacional de Medicina de los
Estados Unidos, cerca del 65 por ciento de las personas registra una baja
capacidad para digerir la lactosa una vez que dejan atrás la niñez. No obstante,
la mayoría de las personas con intolerancia a la lactosa puede consumir cierta
cantidad sin experimentar síntomas, de acuerdo con informes del Instituto
Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados
Unidos. Otras personas con este problema registran diarrea, hinchazón, gases y
otras molestias digestivas luego de consumir alimentos o bebidas que contienen
lactosa. La intolerancia a la lactosa no es lo mismo que la alergia a la leche.
Las personas alérgicas a la leche poseen un desorden en su sistema inmunitario
y generalmente reaccionan a una de las proteínas presentes en la leche
(como la beta-lactoglobulina, la lactalbúmina y la caseína) o en el suero de
leche.
Leche de almendras
Según
estadísticas de la empresa de investigación SPINS informadas por el sitio web Food
Navigator, la leche de almendras es la leche vegetal más popular. Son
muchos los beneficios para la salud de este tipo de leche: es baja en calorías,
grasas e hidratos de carbono. Además, no contiene lactosa y posee altos niveles
de vitamina E. La leche de almendras comprada en comercios puede estar
fortificada con calcio y otros nutrientes. Para preparar leche de almendras
casera, lo único que necesita son algunos ingredientes muy sencillos, como
almendras crudas, agua, vainilla y miel.
Leche de avena
La
leche de avena, un producto que apareció en el mercado recién hace unos años,
es la segunda leche vegetal más popular. La mayoría de las leches de avena en
el mercado no contiene lácteos de origen animal, frutos secos ni soja,
por lo que puede ser una buena alternativa para personas que experimentan
alergias a esos ingredientes específicos. Sin embargo, no todas las leches de
avena son libres de gluten. La avena es un alimento naturalmente libre de
gluten, pero puede existir contaminación cruzada cuando se cultiva cerca de
campos con plantaciones de granos que contienen gluten o cuando se procesa en
las mismas instalaciones. Para estar seguro, lea con atención la etiqueta. La
leche de avena comercial generalmente posee vitaminas y minerales agregados, saborizantes,
azúcar y conservantes. Para eludir estos componentes adicionales, puede
preparar su propia leche de avena con avena molida manualmente, agua, una
licuadora y un filtro de malla fina.
Algunos datos más sobre las leches vegetales...
Las leches de origen vegetal no tienen los mismos perfiles
nutricionales que las de origen animal. Es posible que no contengan tanto calcio ni
tantas proteínas, a menos que estén fortificadas. Lea siempre las etiquetas con
atención. Consulte al pediatra de sus hijos antes de comenzar a incorporar a su
dieta leches vegetales cuando la decisión no responda a problemas de alergia o
intolerancia a la lactosa. En un estudio en el que participaron más de 5000
niños canadienses y que fue publicado en la revista especializada en nutrición
The American Journal of Clinical Nutrition, se señaló que los niños que
consumían otras leches distintas a la de vaca registraban menor estatura que
aquellos que bebían exclusivamente este tipo de leche. Eso significa que un
niño de tres años que bebe tres tazas de otra leche por día sería 1,5
centímetros más bajo que otro niño de la misma edad que bebe la misma cantidad
de leche de vaca.
Fuente:
thehealthy.com