Incienso Incienso

Esta planta ancestral tiene numerosas aplicaciones, tanto religiosas como estéticas.

Se creía que su perfume podía repeler a los espíritus malignos y favorecer la comunión con el Cielo, y ya se utilizaba en los rituales religiosos de las primeras civilizaciones que habitaron en Egipto, Roma, China e India. También se empleaba de manera muy extendida tanto en productos para el cuidado de la piel y de perfumería en general, como en los antiguos procesos de embalsamamiento y momificación.

Aceite esencial de incienso

El aceite esencial de incienso se extrae mediante destilación por vapor de la resina o "lágrimas" de este arbusto que brotan a través de su corteza de textura similar al papel. De color dorado claro a pálido, este aceite se caracteriza por su aroma fuerte, balsámico, cálido e intenso, con notas especiadas y dulces. Combina particularmente bien con perfumes cítricos, como naranja y limón, y con otros aromas especiados como madera de cedro, ciprés, enebro y pachuli.

Aplicaciones y efectos del incienso

Por sus potentes cualidades astringentes, tónicas y antisépticas, se ha utilizado en la elaboración de jabones, cosméticos y perfumes, y en productos farmacéuticos como cremas y linimentos para aliviar dolores musculares. El incienso es muy popular por sus excepcionales propiedades curativas, restauradoras y antienvejecimiento. Además de usarse para el tratamiento de problemas específicos de la piel, como forúnculos, cicatrices, arrugas, dermatitis, úlceras, acné y espinillas, también puede emplearse como ingrediente en distintas recetas para máscaras, baños, masajes y compresas para ayudar a sanar cortes, sarpullidos, raspaduras e infecciones. Resulta particularmente beneficioso para pieles maduras, ya que posee un notable efecto tónico que tensa la piel flácida, estimula la microcirculación sanguínea y linfática hacia la superficie de la piel y le otorga brillo natural; minimiza la aparición de arrugas delgadas y posiblemente también desacelere la formación de arrugas nuevas. Este aceite posee además un marcado efecto relajante y calmante, lo que lo convierte en una excelente alternativa para inhalaciones, baños y masajes para combatir resfríos, bronquitis, catarro, laringitis, gripe, tos y asma, debido a que ayuda a desacelerar y volver más profunda la respiración y a descontracturar los músculos tensos del pecho. También actúa como antiséptico pulmonar ante infecciones, reduce la congestión y la producción de mucosidad. Por ser un efectivo tónico uterino, el incienso se ha utilizado tradicionalmente en remedios para una amplia variedad de problemas en el tracto genitourinario. También puede resultar beneficioso en mezclas para masajes, baños o compresas en caso de menstruaciones intensas, dolores menstruales y cistitis, durante el trabajo de parto y para el tratamiento de la depresión posparto. 

Incienso, para la mente y el estado de ánimo

Es precisamente dicho efecto calmante y equilibrante lo que también lo convierte en uno de los mejores aceites esenciales para la ansiedad, la tensión nerviosa y los trastornos vinculados con el estrés, como los pensamientos obsesivos. Es ideal también para crear un clima adecuado para la meditación, ya que favorece la introspección y la concentración. Desde el punto de vista espiritual, se cree que este aceite ayuda a profundizar el entendimiento y a atraer la paz, y se recomienda su uso a aquellas personas que no logren avanzar en la vida, ya sea debido a inseguridad, miedo, baja autoestima, apatía, trauma, dolor o debilidad física o emocional. 

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