Se cree que las personas que empiezan a beber en etapas
tardías pueden ser más propensas a la demencia.
Fuente: Salud a Diario
Quienes comienzan a abusar del alcohol más tarde en la vida,
después de los 40 años, pueden estar haciéndolo como consecuencia de una
afección neurológica subyacente, como la demencia frontotemporal. Así se
desprende de los hallazgos de un equipo de investigadores de la Escuela de
Medicina Icahn en Mount Sinai y la Universidad de California, San Francisco
(Estados Unidos). Investigaciones anteriores habían identificado el abuso de
alcohol a lo largo de la vida como un factor de riesgo para la demencia.
Sin embargo, se desconocía si los adultos mayores que comenzaban a abusar del
alcohol a una edad más avanzada tenían una enfermedad neurodegenerativa subyacente.
Evidencia sobre alcohol y demencia
“Nuestro estudio tuvo como objetivo identificar y
comparar las frecuencias de abuso de alcohol de por vida, abuso de alcohol de
inicio tardío y abuso de alcohol como primer síntoma de demencia en un
grupo de pacientes que viven con varias formas de demencia, incluida la
enfermedad de Alzheimer y la demencia frontotemporal”, dice Georges Nassan,
profesor asociado de Neurología y director médico de la División de Neurología
del Comportamiento y Neuropsiquiatría, en la Escuela de Medicina Icahn en Mount
Sinai. “Lo que encontramos es que el abuso del alcohol puede ser el primer
signo de una afección neurológica subyacente cuando se presenta tarde en la
vida. De hecho, hasta el 7 % (casi 1 de cada 15) de los pacientes con
demencia frontotemporal comenzaron a abusar del alcohol tarde en la vida, y el
5 % (1 de cada 20) lo hizo como el primer síntoma de la enfermedad. Si bien es
importante identificar los factores sociales que pueden conducir al abuso del
alcohol, como la jubilación, la soledad o la pérdida de ingresos, seres
queridos, vivienda, se debería pedir a los trabajadores de la salud que eviten
atribuir sistemáticamente el abuso de alcohol a estos aspectos y animar a los
médicos a investigar la posibilidad de una disfunción del lóbulo frontal”.
Entre los 1.518 participantes examinados, el abuso de alcohol de inicio tardío
afectó al 2,2 %, más que el 1,7 % de los adultos mayores en general. También
encontraron que el abuso de alcohol como primer síntoma ocurrió en el 1,4 % de
todos los pacientes, y fue cinco veces más frecuente en pacientes con demencia
frontotemporal que en aquellos con demencia como el alzhéimer. Quienes
comienzan a consumir alcohol a una edad avanzada generalmente “son vistos
primero por psiquiatras, proveedores de atención primaria y especialistas en
rehabilitación. Estos profesionales deben ser conscientes de la posibilidad
de que una enfermedad neurodegenerativa pueda estar detrás del inicio del abuso
del alcohol en una etapa posterior de la vida de las personas que
históricamente no abusaron del alcohol”, concluye Nassan.