Estrés Estrés

Estudios revelan que, con el paso de las décadas, los asuntos cada vez se ven más afectados por el estrés.

Si usted siente que la vida diaria es más estresante ahora que hace unas décadas, no está solo. Eso ya ocurría antes que el coronavirus-19 comenzara a incordiar al mundo entero, afirma un nuevo estudio que comparó los tiempos actuales con la década de 1990. Es el resultado del trabajo de un equipo de investigadores dirigidos por la Penn State University, el cual descubrió que en todas las edades hubo un ligero aumento en el estrés diario en la década de 2010 en comparación con la década de 1990. Sería algo más bien menor, si no fuera porque, cuando los investigadores restringieron la muestra a personas entre 45 y 64 años, hubo un fuerte aumento en el estrés diario.

El aumento del estrés cotidiano

“En promedio, las personas informaron aproximadamente un 2% más de estresores en la década de 2010 en comparación con las personas en el pasado”, dice David M. Almeida, profesor de Desarrollo Humano y Estudios Familiares en Penn State. Un número tan pequeño de diferencia semeja algo que no puede influir demasiado en la vida diaria. No obstante, “eso es alrededor de una semana adicional de estrés al año”, explica el científico. Quien agrega que, “lo que realmente nos sorprendió es que las personas en la mitad de la vida reportaron muchos más estresores: alrededor del 19% más de estrés en 2010 que en 1990. Lo cual se traduce en 64 días más de estrés al año”. Así que “ninguno de nosotros estaba idealizando el pasado cuando recordaba los “anodinos” años 90 como tiempos relativamente más tranquilos”, explica. “Ciertamente, cuando hablas con la gente, parece que la vida diaria es más agitada y menos segura en estos días”, dice Almeida. “Y por eso queríamos recopilar esos datos y ejecutar los análisis para probar (la veracidad) algunas de esas ideas”. Para el estudio, los investigadores utilizaron datos recopilados de 1.499 adultos en 1995 y 782 adultos diferentes en 2012. Almeida dijo que el objetivo era estudiar dos cohortes de personas que tenían la misma edad en el momento en que se recopilaron los datos, pero nacieron en diferentes décadas. 

Estudio sobre el estrés

Todos los participantes del estudio fueron entrevistados diariamente durante ocho días consecutivos. Durante cada entrevista diaria, los investigadores preguntaron a los participantes sobre sus experiencias estresantes durante las últimas 24 horas. Por ejemplo, discusiones con familiares o amigos, o sentirse abrumado en casa o en el trabajo. También se les preguntó a los participantes qué tan grave era su estrés y si esos factores estresantes podrían afectar otras áreas de sus vidas. “Pudimos estimar no solo la frecuencia con la que las personas experimentaban estrés, sino también qué significaban para ellos esos factores estresantes”, dijo Almeida. “Por ejemplo, este estrés afectó sus finanzas o sus planes para el futuro. Y al tener estas dos cohortes de personas, pudimos comparar los procesos de estrés diarios en 1990 con los procesos de estrés diarios en la década de 2010”. Después de analizar los datos, los investigadores encontraron que los participantes informaron significativamente más estrés diario y menor bienestar en la década de 2010 en comparación con la década de 1990. Además, los participantes informaron un aumento del 27% en la creencia de que el estrés afectaría sus finanzas y un aumento del 17% en la creencia de que el estrés afectaría sus planes futuros. Almeida dijo que estaba sorprendido, no porque las personas estuvieran más estresadas ahora que en los noventa, sino por el grupo de edad que se vio afectado principalmente. “Pensamos que con la incertidumbre económica, la vida podría ser más estresante para los adultos más jóvenes”, dice Almeida. “Pero no vimos eso. Vimos más estrés para las personas en la mitad de la vida. Y tal vez sea porque tienen niños, porque enfrentan un mercado laboral incierto, mientras que también son responsables de sus propios padres. Por lo tanto, es esta presión generacional lo que causa estrés, de manera más frecuente, para las personas en la mitad de la vida”. Almeida afirma que, aunque solía haber un estereotipo sobre las personas que experimentan una crisis de mediana edad debido al miedo a la muerte y al envejecimiento, sospecha que los hallazgos del estudio, publicados recientemente en la revista American Psychologist, sugieren que la angustia de la mediana edad puede deberse a diferentes razones. “Puede que tenga que ver con que las personas en la mitad de la vida sean responsables de muchas personas”, especula Almeida. “Son responsables de sus propios hijos, a menudo son responsables de sus padres, y también pueden ser responsables de los empleados en el trabajo. Y con esa responsabilidad viene más estrés diario. Y tal vez eso está sucediendo más ahora que en el pasado”. Además, Almeida estima que el estrés adicional podría deberse en parte a la “aceleración” de la vida debido a los avances tecnológicos. 

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