Está demostrado que tener contacto de piel con piel con los
bebés mejora su desarrollo y bienestar.
Un primer estudio a nivel mundial, dirigido por la
Universidad de Monash, demostró que el contacto piel con piel entre madres y bebés prematuros trae beneficios significativos para la función cardíaca y
cerebral. El cuidado piel a piel o cuidado canguro (en referencia a cómo
las mamás canguro llevan a su progenie en una bolsa natural del cuerpo llamada
"marsupio") entre padres e infantes comenzó a fines de la década de
1970 en Columbia (EE.UU.), cuando las incubadoras para mantener calientes a los
bebés no estaban disponibles. Ahora es ampliamente reconocido como un componente
beneficioso de la atención integral brindada a los recién nacidos prematuros. El
estudio se llevó a cabo evaluando 40 bebés prematuros nacidos alrededor de las
30 semanas (lo normal es 40 semanas) y con un peso promedio de 1,3 kg (lo
normal es 3 kg).
Los beneficios del contacto para los bebés
El trabajo, dirigido por el profesor Arvind Sehgal,
neonatólogo y jefe de investigación cardiovascular neonatal en el Hospital
Infantil Monash, descubrió que una hora al día de cuidado canguro mejoraba
significativamente el flujo sanguíneo al cerebro y la función cardíaca, en
comparación con las mediciones realizadas en la incubadora. El uso regular
del sistema canguro mejora el suministro de sangre, lo que es muy importante
para estos pequeños, ya que transporta oxígeno y nutrientes al cerebro y otros
órganos, y guía el desarrollo neurológico. “Los hallazgos de nuestro
estudio son significativos ya que se trata de una intervención de bajo
costo, fácilmente aplicable a los bebés en unidades neonatales en todo el mundo
y ayuda a las poblaciones más vulnerables de las que cuidamos”, dice el
profesor Sehgal. Si bien el cuidado canguro es ahora es una práctica común en
todo el mundo, aún persisten barreras. Estas incluyen la preocupación de que
los bebés se enfríen o que los bebés prematuros pequeños sean inestables y no
toleren este manejo, lo que puede afectar la función cardíaca o la presión arterial volviéndolas inestables. Sin embargo, en esta investigación, los
bebés mantuvieron su temperatura (de hecho, un poco más alta que la línea de
base), cuando se midió una hora después del momento del contacto piel a piel.
Los beneficios previamente señalados del cuidado canguro incluyen la reducción del estrés y el llanto, y el aumento de la relación entre padres e hijos.
Es beneficioso para padres y madres, reduce el estrés y aumenta la producción
de leche materna. “El cuidado canguro es quizás el estado fisiológico normal,
mientras que la respuesta al estrés de estar separado de los padres es el
estado (no natural)” concluye el profesor Sehgal.