Descubra
cuándo y cómo limpiar los vidrios de su casa para que queden sin ninguna marca.
Cuándo conviene limpiar las ventanas
Es recomendable limpiar sus ventanas en un día
nublado –no lluvioso–, ya que la luz del sol origina vetas al secar el limpiador
antes de poder repasar la superficie.
Por dónde empezar
Aspire el marco y alféizar antes de lavar los
cristales para quitar el polvo, hollín, restos de tela de araña e
insectos muertos.
Al limpiar una ventana de doble guillotina, no se
arriesgue sentándose en el alféizar. En cambio, mueva ambas hojas de forma tal
de alcanzar la cara externa desde el interior.
Productos para limpiar vidrios
Utilice agua fría. Si la ventana se encontrara demasiado
sucia, agregue dos o tres cucharadas de amoníaco o vinagre cada
cuatro litros de agua. Seleccione sólo una de estas sustancias, ya que una
neutraliza a la otra. El amoníaco con jabón deja marcas, por lo que
resulta más conveniente aplicarlo solo.
Una de las alternativas más efectivas se encuentra
disponible en su propio botiquín. El alcohol puro remueve la
suciedad fácilmente y deja la superficie impecable.
Para el secado, sírvase de algunas hojas de periódico,
que rinden tan buenos resultados como otros productos más caros. No olvide colocarse
guantes de goma para evitar manchas de tinta.
Si realiza esta labor a menudo, adquiera un secador
profesional con mango de cobre o acero inoxidable. Tenga a mano un atomizador,
una esponja limpia o un cepillo de cerdas suaves; humedezca la ventana con
el limpiador y friccione el secador con un paño o gamuza para que se
deslice con facilidad. Inclínelo en un ángulo de 45 grados, presione contra la
ventana y desplácelo horizontalmente. Limpie el utensilio y muévalo
hasta el borde inferior. Repita el procedimiento, pasando más de una vez por
cada área. Retire los excesos de agua con un paño seco.