Cada vez más comunes, los tatuajes llegaron para quedarse, por lo que conviene estar bien informado.
Fuente: vitonica.com
MITO 1: “Los tatuajes afectan al sistema inmunitario”
Existe
un poco de polémica al respecto: algunos estudios aseguran que cuando una persona
se hace un tatuaje, algunas células del sistema inmunitario llamadas
macrófagos se comen la tinta, la que termina llegando a los ganglios y a
otros órganos del sistema linfático que forman parte del sistema inmune de
nuestro cuerpo. Pero aunque la tinta llegue al sistema inmunitario, no hay
hasta la fecha evidencias de que eso tenga consecuencias patológicas de ningún
tipo. Sin embargo, sí se sabe que puede suponer una interferencia en
algunas pruebas de diagnóstico, dando falsos positivos para enfermedades que se
detectan mediante pruebas de imagen.
MITO 2: “No hay que exponerlos al sol”
Esto
tiene una parte cierta y otra falsa. Es verdad que el tatuaje no debe
exponerse al sol hasta estar completamente cicatrizado. Sin embargo, no es
cierto que el sol vaya desdibujando los tatuajes con el paso del tiempo. Es el
propio tiempo el que los desdibuja. En cualquier caso, proteger la piel del sol debería ser una prioridad para todos, con tatuajes o sin ellos.
MITO 3: “No se puede usar la epidural en el parto”
A
muchas mujeres que no descartan tener hijos les preocupa que en un futuro no puedan
recibir anestesia epidural por tener un tatuaje en la zona lumbar. En este
caso, no hay una respuesta clara porque la decisión de administrar la
epidural depende del anestesista que atiende a cada mujer. Algunos se
niegan ante el riesgo de introducir tinta en el sistema nervioso central. Sin
embargo, fuentes médicas aseguran que esto ocurre cada vez menos, ya que solo
hay que hacer una pequeña incisión en la piel para introducir la inyección sin riesgos.
MITO 4: “No se puede donar sangre”
Las personas que se han hecho un tatuaje o un piercing pueden
donar sangre perfectamente, siempre que hayan dejado pasar el tiempo suficiente desde que
se lo hicieron (normalmente unos cuatro meses) para evitar una posible
enfermedad infecciosa que haya podido pasar desapercibida.
Fuente:
vitonica.com