Si
ya pasó la juventud, no se desanime: nunca es tarde para aprender cosas nuevas.
No solamente los jóvenes pueden aprender nuevas habilidades; según algunas
investigaciones, los adultos mayores también. De acuerdo con un estudio
realizado por la Universidad de California, EE. UU., una de las mejores
maneras de asegurarse de no perder esa información es recompensarse. Los
investigadores que estudiaron tanto a adultos jóvenes (de 18 a 33 años) como
mayores (de 66 a 92 años) descubrieron que ambos grupos eran mucho más
propensos a recordar información cuando se les prometía una recompensa
monetaria. Intente prometerse un regalo a cambio de aprender algo nuevo y
verá lo bien que le va. Reduzca a la mitad el riesgo de deterioro cognitivo: fortalezca
y consolide sus relaciones.
¿Lo
sabía? Con la edad, el razonamiento verbal puede mejorar y su punto de vista
general puede llegar a ser más equilibrado. Esta es la conclusión a la que arribó
un estudio llevado a cabo en la Universidad de California, EE. UU., que analizó
las gammagrafías cerebrales de 3.000 hombres y mujeres de entre 60 y 100 años
de edad, y que descubrió que la capacidad de sobreponerse a trastornos
emocionales crece a medida que envejecemos. ¿Por qué? El cerebro produce menos dopamina, lo que alimenta la emoción y el impulso. Así que las
respuestas más lentas son realmente más sabias. Lo que se pierde en tiempo de
reacción se compensa con una mejor toma de decisiones.