Masajes en los pies Masajes en los pies

Una buena alternativa a los masajes tradicionales es la reflexología, técnica que sirve para aliviar tensiones localizadas.

Masajes para una mayor claridad mental

Esta técnica de masaje permite, en sólo 5 minutos, aliviar las tensiones localizadas en el cuello, los hombros, la espalda y la cabeza, y responsable de la fatiga y de la confusión mental. Practique este automasaje en casa o en su lugar de trabajo, durante los descansos, por lo menos dos veces al día.

1. Siéntese con la espalda y la cabeza bien derechas. Cierre los ojos. Con la punta de los dedos, masajéese las sienes lentamente, efectuando pequeños círculos durante un minuto aproximadamente. Luego masajéese de nuevo sus sienes en el sentido inverso, también un minuto.

2. Coloque sus manos, con los dedos cruzados y los codos separados, sobre su nuca. Apriete y acerque las palmas una de la otra. Parta de la base del cráneo y descienda hasta los hombros repitiendo el mismo gesto. Haga este masaje durante un minuto.

3. Con la punta de los dedos, masajéese el cuello, concentrándose en los músculos situados a los dos lados de la columna vertebral, de la base del cráneo hacia los hombros, entre 1 y 2 minutos.

4. Ponga su mano derecha sobre el hombro contrario y sostenga su codo derecho con la mano izquierda. Masajee con movimientos circulares. Deshaga los nudos con sus dedos. 

Automasaje de las manos

La reflexología de las manos no es tan eficaz como la de los pies. Las manos menos sensibles son también más pequeñas, por lo tanto es más difícil alcanzar los puntos reflejos. Sin embargo, este masaje resulta ideal para un autotratamiento: uno puede ponerlo en práctica, discretamente, en cualquier momento del día.

1. Estimule su cerebro imprimiendo una presión firme sobre la parte de arriba del pulgar derecho con ayuda del pulgar izquierdo. Efectúe este movimiento unas 10 veces.

2. Repita el automasaje sobre el pulgar de la mano izquierda.

Masaje del pie

Este masaje de reflexología de los pies se concentra en el extremo del dedo gordo, donde se sitúa el punto reflejo del cerebro.

1. Sostenga el pie derecho con su mano izquierda y apoye ligeramente sobre la parte de arriba del dedo gordo con la parte carnosa de su pulgar derecho doblándolo en el nudillo: asegúrese de no tocar la parte masajeada con la uña.

2. Relaje la presión, luego haga deslizar el pulgar hacia el extremo del dedo. Recomience varias veces cuidando de no perder nunca el contacto con la piel. Esa técnica, llamada de la oruga, permite activar eficazmente la zona refleja del cerebro.

3. Invierta la posición de las manos y repita el movimiento sobre el dedo gordo del pie izquierdo.

Consejo

Puede utilizar un poco de crema humectante sobre pies muy secos, pero, ¡atención!, nada de aceite para masajes. Una piel resbalosa haría el masaje difícil y reduciría su eficacia.

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