Más
allá de la sensación placentera que brindan, está demostrado que los masajes
aportan beneficios para todo el cuerpo.
Luego de una sesión de actividad física o de una jornada
estresante, nada vale tanto como un buen masaje para distenderse.
Provocando un calentamiento de las fibras musculares y una activación de la
circulación sanguínea, los masajes favorecen la eliminación del ácido
láctico acumulado en los músculos y responsable de los calambres. Pero los
masajes no son buenos únicamente para el cuerpo, también son buenos para la
mente porque reducen el estrés, la ansiedad y los síntomas de la depresión
reforzando la capacidad de atención.
Los masajes alivian la tensión muscular
El masaje es un conjunto de técnicas manuales: presión,
fricción, amasado... aplicadas a los tejidos blandos: piel, músculos, tendones
y ligamentos. ¿Cómo funciona el masaje? Tenemos en la piel miles de
receptores sensoriales que reaccionan a los estímulos exteriores de
temperatura, de dolor y de presión, y que envían las informaciones recogidas a
través de la médula espinal, al cerebro. Si puede ejercerse sobre el conjunto
del cuerpo o sólo sobre una parte, el masaje provoca un calentamiento de la
piel y de las fibras musculares y activa la circulación sanguínea y provoca una
mejor oxigenación de los tejidos. Luego de un esfuerzo físico prolongado,
el masaje favorece la eliminación por parte de las fibras musculares del
ácido láctico producido en el transcurso de la fermentación anaerobia. El
ácido láctico que no es eliminado de los músculos provoca calambres. Los
masajes estimulan también las terminaciones nerviosas de los tendones y de las
articulaciones maltratados por el ejercicio físico y les permiten relajarse.
Efectos de los masajes sobre el cerebro
El masaje actúa de varias maneras sobre el cerebro. Ciertos
estudios han podido demostrar que reduce la actividad en el lóbulo frontal derecho del cerebro, que normalmente es más activo durante las emociones negativas, y aumenta la actividad del lóbulo frontal izquierdo, asociado a
sentimientos positivos. La producción de cortisol, una molécula vinculada
al estrés y al deterioro de la memoria por parte del cerebro, disminuye
mientras que aumenta la de las endorfinas, de propiedades analgésicas a la vez
que antidepresivos naturales que procuran una sensación de euforia. Los masajes
permiten alejar el estrés, la ansiedad y los síntomas de la depresión.
Electroencefalogramas efectuados después de una serie de masajes también han
demostrado que éstos provocan un mejoramiento del estado de alerta y favorecen
una mayor apertura mental. También se hizo evidente que los masajes mejoran
la rapidez y la precisión en el procesamiento de los cálculos matemáticos. Por
último, estimulan la primera línea de defensa de nuestro sistema inmunológico
(la piel, las mucosas y sus secreciones) y nos ayudan a luchar contra las
enfermedades infecciosas.
EXTRA: REFLEXOLOGÍA
La reflexología es una técnica ancestral de la medicina
tradicional china. Consiste en masajear ciertas zonas de la planta de los pies
o de la palma de las manos. Esas zonas son llamadas reflejas. El tratamiento de
reflexología se hace por medio de presiones o masajes de esas zonas reflejas.
En la medicina tradicional china, el pie es una representación en miniatura del
cuerpo humano. Ciertas zonas del pie estarían vinculadas con órganos, glándulas
o partes del cuerpo. Sería posible entonces actuar a distancia sobre el cuerpo
entero y aportar la distensión inmediata de la mente estimulando el pie. A
semejanza de la acupuntura, la reflexología es considerada un método
preventivo: reduciría el estrés y las tensiones musculares y favorecería lacirculación sanguínea y linfática. Para sus adeptos, la reflexología liberaría
las facultades autocurativas del organismo y permitiría así aliviar diversos
trastornos.