Si usted está en pareja, tendrá que planear la transición al
retiro tomando en cuenta las necesidades de ambos.
Estas son algunas cuestiones para considerar:
• ¿Han conversado sobre sus expectativas y objetivos para
el retiro? ¿Son compatibles? Si no es así, ¿cómo pueden llegar a un
arreglo?
• ¿Tienen los mismos puntos de vista en cuanto a la forma
de vida? ¿Sobre el clima, la ubicación, la vivienda y cercanía de la
familia, los amigos, y actividades sociales, el cuidado de la salud?
• ¿Tienen la misma actitud respecto de las prioridades
financieras, ahorros, presupuesto, deudas y planeamiento financiero? ¿Son
sus finanzas suficientes? ¿Cómo enfrentarán el ingreso menor de la jubilación o
diferentes hábitos de gastos?
• A menos que planeen retirarse ambos al mismo tiempo, ¿cómo
será cuando uno de ustedes esté trabajando y el otro jubilado?
• ¿Cómo cambiarán sus respectivos roles después del retiro,
en especial en función de las ganancias, el manejo de los gastos de la casa y
las tareas domésticas?
• Una vez que ambos estén jubilados, ¿cuánto tiempo planean
compartir juntos? ¿Es suficiente o demasiado? ¿Son lo bastante compatibles como
para no irritarse mutuamente si comparten más tiempo?
• ¿Tienen intereses comunes o nuevas actividades que
les atraigan a ambos? ¿Tiene cada uno suficientes intereses y amigos fuera del
trabajo y la casa como para contar también con vida propia?
• ¿Han considerado la probabilidad de que uno de los dos en
algún momento pase tiempo solo? A menudo, las mujeres establecen
vínculos sociales más fuertes, pero los hombres están mejor ubicados desde el
punto de vista financiero. ¿Lo toman en cuenta? Pensar y discutir estos temas
ayuda a prevenir futuras discusiones.