Nadie duda de que las actitudes
de los padres repercuten en los hijos, pero ¿sabía que la empatía también se
transmite?
Los niños que han
experimentado el amor compasivo y la empatía de sus madres pueden estar más
dispuestos a convertir pensamientos en acciones, siendo generosos con los
demás. En estudios controlados, los niños evaluados a los cuatro y seis
años mostraron más disposición a ceder fichas que habían ganado (en juegos
previos) a niños ficticios que las necesitaban, al presentarse dos condiciones:
primero, si se detectaban cambios corporales/ fisiológicos cuando se les daba
la oportunidad de compartir y, segundo, si habían experimentado una maternidad
positiva que modeló tal bondad. El estudio incluyó, inicialmente, a 74 niños en
edad preescolar y sus madres. Volvieron dos años después, lo que resultó en 54
parejas de madre e hijo cuyos comportamientos y reacciones se analizaron cuando
los niños tenían seis años.
Ejemplo social materno
“En ambas edades, los niños
con mejor regulación fisiológica y con madres que expresaron un amor compasivo
más fuerte probablemente donarían más de sus ganancias”, dijo Paul Hastings, profesor
de Psicología de Universidad de California- Davis y mentor del estudiante de
doctorado que dirigió el estudio. “Las madres compasivas probablemente
desarrollan relaciones emocionalmente cercanas con sus hijos, al mismo tiempo
que brindan un ejemplo temprano de orientación prosocial hacia las necesidades
de los demás”, dijeron los investigadores. Otro punto importante fue que, tanto
a los cuatro como a los seis años, el registro fisiológico mostró que los niños
que donaron más fichas estaban más tranquilos después de la actividad, en comparación
con los niños que donaron pocas fichas o ninguna. Los investigadores opinan que
“los comportamientos prosociales pueden ser intrínsecamente efectivos para
calmar la propia excitación”. Hastings sugirió que “estar en un estado más
tranquilo después de compartir podría reforzar el comportamiento generoso
que causó ese buen sentimiento”. Los niños fueron premiados por distintas
actividades, luego de las cuales se les dijo que podían donar todo o parte de
las fichas ganadas a otros niños (en el primer caso, se les dijo que eran para
niños enfermos que no podían venir y jugar, y en el segundo caso, que los niños
estaban pasando por dificultades). En conjunto, los hallazgos mostraron que la
generosidad de los niños está respaldada por la combinación de susexperiencias de socialización (el amor compasivo de sus madres) y su regulación
fisiológica.