Figuras clave en
la vida de los nietos, los abuelos no deben ocupar el lugar de educadores.
Fuente:
Larazon.es
Las cosas han cambiado, la educación
integral familiar de los niños es un factor de estabilidad muy importante, y
los abuelos pueden ser también una fuente integradora de la familia. Por
este motivo, hay cosas que los abuelos deben seguir haciendo como hicieron con
sus hijos, pero sin dejar de ser abuelos.
Hoy padres y
abuelos no pueden ser un motor de dos tiempos dentro del mismo barco de la
familia, ya que la rapidez de los cambios supone tanto a padres como a abuelos
un duro reto: conseguir navegar al mismo ritmo. Los abuelos hoy cumplen años
con más salud que hace medio siglo, pero como sus padres no llegaron a esa
edad, y ellos no tuvieron abuelos ni tampoco antes nadie les enseñó a “ser
abuelos activos”, ahora son unos abuelos en práctica, con 65 años, sin
escuela.
Alguien dijo:
“Usted sabrá si ha educado bien a sus hijos cuando se sienta orgulloso de lo
bien educados que están sus nietos”.
Deje a los padres
la educación y la disciplina de los niños, y como abuelo dedíquese a disfrutar
de sus nietos. Porque disfrutándolos y contemplándolos mientras usted les
cuenta cuentos o recuerdos de la familia y anécdotas entrañables de sus padres,
les refuerza su origen familiar, su autoestima y, sobre todo, les enseña que es
posible vivir en “una sociedad sin prisas” en algún momento bonito de la
vida, detalla este artículo de www.Larazon.es.
Los abuelos son fuente de apoyo y de gestión en muchas acciones del día a día, pero, sobre
todo, son fuente de apoyo emocional para enseñar a los nietos a vivir y a
disfrutar de la vida desde una perspectiva diferente de la puramente consumista, materialista y
utilitarista.
Los abuelos y el divorcio
Sin embargo, hay
un lado oscuro en las relaciones familiares extensas entre abuelos, nietos y
padres: los problemas que surgen después de las rupturas matrimoniales. A
pesar de ellas, y salvo casos muy excepcionales, los padres no deberían cortar las
fuentes de comunicación entre los nietos y sus abuelos.
En la
actualidad, las distancias, los divorcios y el gran desfase generacional
impiden tanto a abuelos como a nietos disfrutar en armonía del intercambio de
experiencias pasadas entre abuelos y nietos, por las experiencias frustradas de los padres. Por
eso, es importante recordar las ventajas de las relaciones personales entre abuelos
y nietos.
Gracias a los
nietos, los abuelos actualizan y activan sus neuronas y su ritmo cardíaco. Gracias
a los abuelos, los nietos minimizan con sus experiencias las “prisas por
vivir”. Gracias a los abuelos, los nietos aprenden lo que son las
enfermedades y las limitaciones. Gracias a los nietos, los abuelos aprenden
a vivir otra vez como si fueran niños, sin más preocupaciones que las que
quepan hoy en su mano.
Casi todos
llegaremos a ser abuelos, pero cómo llegaremos a serlo dependerá de la vida
que hayamos ido sembrando desde que nacimos y de cómo hayamos querido nosotros
también a los padres de nuestros padres. Usted nace, crece, se multiplica y
luego, a lo mejor, se transforma en abuelo y, entonces, tiene la suerte de
vivir para contarlo... y así, de generación en generación, se continúa la saga
de cada familia, es la reflexión final de www.Larazon.es.