Si
tuvo algún problema al preparar sopa, no desespere, aquí encontrará posibles
soluciones.
LA SOPA NO TIENE SABOR
Añada caldo en cubos. Curiosamente, es muy común que el motivo de
una sopa sin mucho sabor no sea la falta de condimentos o la mala combinación de
ingredientes, sino que resulte insípida porque el caldo está muy aguado. Para
solucionarlo, disuelva un cubo de caldo de carne, pollo o verduras (o
dos si es una olla grande) en agua caliente y agréguelo a la sopa revolviendo
bien. De esta manera, realzará el sabor sin alterar el volumen de la sopa ni
cambiar los ingredientes. Este truco también sirve para realzar el sabor de un
guiso o una salsa.
Agregue más especias. Si desea mejorar el sabor, nada le impide
agregar generosas cantidades de cualquier especia incluida en la receta. Por lo
general, las recetas tienden a ser cautelosas al indicar la cantidad de cada
especia, y lo que es correcto en un libro de cocina dirigido a un mercado
masivo puede ser inadecuado para su gusto. Condimente y pruebe hasta que esté
satisfecho.
Agregue sal. “Salado” no significa lo mismo que “sabroso”. Sin embargo, la
sal libera los sabores escondidos en salsas, guisos o sopas. Por lo tanto,
agregue una pizca de sal, revuelva y deje que el líquido hierva a fuego lento.
LA SOPA TIENE DEMASIADA GRASA
Use un cucharón enfriado con hielo. En casi todos los
líquidos de cocción –ya sea sopa, salsa o guiso– la grasa se solidifica en
la superficie a medida que se enfría. Este es el secreto de los
profesionales para acelerar el proceso: llene con hielo el cucharón de metal
más grande que tenga. Pase el cucharón con hielo sobre la superficie del
líquido. Sumerja la mayor parte posible del exterior del cucharón, pero de modo
que el líquido no entre en contacto con el hielo. La grasa se adherirá a la
parte inferior del cucharón, que está fría. Límpiela con papel de cocina y
siga quitando la grasa. Si es necesario, agregue más hielo para mantener el cucharón
bien frío. De este modo, no quitará toda la grasa, pero definitivamente obtendrá
una sopa o una salsa menos dañina para las arterias.
Colóquela en la heladera. Si tiene tiempo, enfríe el recipiente en la
heladera durante algunas horas. Luego simplemente retire la grasa
solidificada de la superficie con una cuchara. A veces la grasa se endurece
tanto que puede levantarla y retirarla fácilmente.