Estas dos clásicas salsas son complementos ideales para
cualquier plato, y realzan todas las comidas.
Salsa de hierbas y yogur
Ingredientes:
4 cdas. de hierbas frescas picadas, como ciboulette,
cilantro, eneldo, melisa o perejil
1 diente de ajo, triturado
2 cdas. de jugo de limón
1 taza (250 g) de yogur
Sal y pimienta negra recién molida
Una pizca de páprika
Preparación:
1 Mezcle las hierbas, el ajo, el jugo de limón y el
yogur.
2 Sazone al gusto con sal, pimienta y páprika. Una
alternativa ligera a las salsas con huevo o crema, esta receta se puede variar
según las hierbas que tenga a mano, pero use al menos tres tipos. Sirva con
ensaladas o curris.
Salsa bearnesa
Rinde 6 porciones.
Ingredientes:
1/4 de taza (60 ml) de vinagre de vino blanco
6 pimientas negras enteras
1 hoja fresca de laurel
1 cebolla de verdeo, picada en trozos grandes
1 cda. de estragón y perifollo frescos, picados finamente
2 yemas de huevo
Una pizca de sal y de pimienta blanca
110 g de manteca sin sal, suavizada
1 cdta. de estragón y perifollo frescos, picados finamente,
adicionales
1 Mezcle el vinagre, la pimienta, el laurel, la cebolla, el
estragón y el perifollo en una cacerola.
2 Cuando suelte el hervor, déjelo cocer, sin tapar, hasta
que el líquido se reduzca a 1 cucharada. Retire del fuego; reserve.
3 Ponga las yemas en un bol refractario mediano;
salpimente y añada 20 g de manteca. Cuele la mezcla reducida de vinagre en el
mismo bol.
4 Ponga el bol sobre una cacerola con agua hirviendo; cuide que
el agua no caiga en el bol. Revuelva hasta que se derrita la manteca.
5 Repita con la manteca restante, añadiendo pequeñas
cantidades a la vez; revuelva bien hasta que se derrita.
6 Retire la salsa del fuego, incorpore las hierbas
adicionales y sirva.