Entérese aquí de por qué el huevo es un ingrediente prácticamente imprescindible en toda cocina.

El huevo, un alimento saludable

El huevo de gallina es un alimento muy accesible en términos económicos y muy valioso. Contiene proteínas de alta calidad, las mejores que se pueden encontrar entre todos los alimentos y las que mejor aprovecha el organismo. Asimismo, aporta grasas saludables y gran variedad de vitaminas y minerales. El huevo no aporta carbohidratos ni gluten ni lactosa. A nivel calórico, un huevo entero aporta aproximadamente solo 75 calorías, semejante a una fruta mediana. Respecto a las grasas, las que predominan son los ácidos mono y poliinsaturados (principalmente ácido oleico, omega 9), muy beneficiosos para el organismo.

Al respecto, las recomendaciones acerca de cuántos huevos consumir al día o a la semana, son variadas considerando el tipo de alimentación de cada persona. En el contexto de una alimentación variada, armónica y específica, es un alimento que puede incorporarse a diario. Las GAPA (Guías Alimentarias para la Población Argentina) en uno de sus mensajes recomienda incluir hasta un huevo por día especialmente si no se consume la cantidad de carne necesaria.

¿Huevos blancos o de color?

Se comercializan principalmente huevos de color porque los consumidores los consideran de mayor calidad. Pero el hecho de que un huevo sea blanco o de color no afecta ni sus ingredientes ni su sabor. Si alguna vez descubre huevos de gallina color verde, azulado o turquesa, estos provienen de las llamadas gallinas araucana o mapuche, originarias del sur de nuestro país y Chile. Por lo demás, no son diferentes de los huevos blancos o de color. La coloración de la yema tampoco dice nada sobre la calidad del huevo; el amarillo es intensificado por el maíz o los carotenoides en el alimento. Generalmente, los huevos orgánicos suelen tener yemas notablemente más claras que otros huevos. 

Rotulado correcto del envase de huevos

Al adquirir huevos es importante corroborar la información del envase: habilitación SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), RNE (Registro Nacional de Establecimiento) y RNPA (Registro Nacional de Productos Alimenticios), calidad (A o B), grado del producto (clasificación por peso) y peso por unidad.

En Argentina, los huevos de gallina se califican en grados: extra grande o grado IS; grande o grado 1; mediano o grado 2; chico o grado 3. En el caso de los huevos a granel (directamente de la granja o en el mercado local) no es necesario declarar el tamaño, por lo que pueden presentar diferencias considerables.

Para utilizar el huevo adecuado para cada receta, estos son los pesos estándar de orientación cuyos valores se toman como mínimos: Chico: 42g por unidad; 504g por docena Mediano: 48g por unidad; 576g por docena Grande: 54g por unidad; 648g por docena IS: 62g por unidad; 744g por docena.

Por qué los huevos frescos son imprescindibles en la cocina

Los huevos realmente son versátiles. No solo se los puede disfrutar pasados por agua o duros, revueltos o fritos, sino que también aportan volumen (en soufflés, mousses y horneados), emulsionan (como en dressings o mayonesas), ligan (por ejemplo, salsas o preparaciones con carne picada), unen (bordes de la masa o rebozados, entre otros) y añaden color (al pincelar las preparaciones con huevo).

Lo más importante es que los huevos estén frescos. Un solo huevo en mal estado puede estropear un plato completo y resultar incomestible. Por eso, los huevos siempre de ben cascarse individualmente en un bol pequeño o taza antes de añadirlos al resto de los ingredientes. Si un huevo huele mal, descártelo sin dudarlo, seguramente esté podrido. La indicación en el embalaje sugiere consumir los huevos preferentemente antes de completar los 30 días de la fecha de puesta. Los huevos deben refrigerarse diez días antes de la fecha de vencimiento, igualmente se recomienda conservarlos sucios en la heladera en un recipiente hermético exclusivo para huevos crudos. Lávelos únicamente antes de su uso o cocción. Para hervir huevos, utilice un recipiente metálico exclusivo para su cocción y nunca lo haga con otros ingredientes (por ejemplo, al elaborar ensalada de papa y huevo).

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