Si quiere que todo salga a la perfección cuando invita a
cenar, no se pierda estos consejos para resolver inconvenientes con las
bebidas.
1. El trago está muy empalagoso
AÑADA JUGO DE LIMÓN O VINO SECO. No agregue agua.
Para cuando haya logrado diluir el cóctel a fin de contrarrestar el nivel de
azúcar, tendrá en sus manos una bebida tibia y aguada. En lugar de agua,
agregue algún jugo ácido (de limón o pomelo) de a poco, hasta equilibrar el
azúcar en su punto justo. Un vino seco dará resultados igualmente buenos.
La misma estrategia es útil en el caso de postres demasiado dulces. Incluso
puede añadir jugo de limón o vino seco para reducir el dulzor de budines y
rellenos de tartas.
2. No tengo sacacorchos para destapar el vino
QUITE EL CORCHO CON UN DESTORNILLADOR. Si tiene un cortaplumas
suizo, es probable que tenga un sacacorchos. De lo contrario, use un destornillador
para extraer el corcho poco a poco. Una vez que haya extraído la mitad,
podrá empujarlo hacia adentro de la botella y servir el vino como si el corcho
se hubiera roto durante la extracción con el sacacorchos, como se describe en
el problema siguiente.
UTILICE UN TORNILLO LARGO. Consiga una pinza, un clavo, un destornillador y un tornillo largo para madera (de 5 centímetros o más).
Coloque la punta del clavo en el centro del corcho. Con ayuda de la pinza,
introdúzcalo un centímetro y medio aproximadamente para hacer un agujero donde
insertar el tornillo. También puede hacer esto con un picador de hielo. Con el
destornillador, introduzca el tornillo en el oficio y deje una parte afuera
para poder sujetarlo luego con la pinza. Con la pinza, tire firmemente del
tornillo hacia afuera de la botella. Si el tornillo se sale, haga un nuevo
agujero al lado del anterior e intente nuevamente. O si ya ha logrado extraer
buena parte del corcho, sujételo con firmeza con la pinza y tire a medida que
lo gira lentamente para extraerlo.
3. El corcho se rompió y quedó dentro de la botella
INTENTE DE NUEVO CON EL SACACORCHOS. Primero, trate
de insertar el sacacorchos en lo que queda del corcho. Será algo difícil porque
la superficie ahora es irregular y se encuentra por debajo del nivel del pico
de la botella. Pero a veces se puede atravesar el corcho a una profundidad
suficiente para terminar de extraerlo.
EMPUJE EL CORCHO HACIA ADENTRO. Si ha empujado
accidentalmente el corcho hacia adentro, no se preocupe. De todas maneras, ese
era el plan B. Al empujarlo ha logrado abrir la botella y ya puede servir el
vino. Pero dado que algunos pedacitos de corcho pueden quedar flotando en el
vino, trasváselo a una jarra de vidrio o una licorera a través de un filtro
de café. Si el corcho que flota impide verter el vino, use un palillo para
brochette para mantenerlo en el fondo de la botella.
4. Me olvidé de enfriar el vino blanco
UTILICE UN BALDE CON HIELO. No ponga el vino en el
congelador. Es frecuente olvidarse de las botellas de vino, que terminan por
congelarse o explotar. Llene un balde mitad con hielo y mitad con agua fría
y sumerja la botella hasta el cuello. No es necesario tener un balde
especial muy elegante. Cualquier recipiente limpio que tenga la misma altura
que la botella será de utilidad. Hay quienes sostienen que agregar sal hace que
el vino se enfríe más rápido. En unos diez minutos esta técnica lo enfriará
aceptablemente. Lo ideal es que el vino blanco tenga la frescura suficiente
para que su sabor sea suave y refrescante. Si lo enfría demasiado, opacará el
sabor.
5. El vino tinto está demasiado frío para servirlo
SÍRVALO EN VASOS. ¿Realmente está demasiado frío? Es
verdad, es mejor servir la mayoría de los vinos tintos a temperatura
ambiente. Pero la tradición surgió hace siglos, cuando las casas no tenían
calefacción central y la temperatura de las habitaciones era mucho más baja de
lo que estamos acostumbrados hoy. Está bien, y generalmente es preferible,
beber un vino tinto apenas frío. Si la botella está realmente fría (porque
estaba en la heladera o la olvidó dentro del automóvil en invierno), ábrala y
vierta el contenido en los vasos, tal como lo haría normalmente. El líquido
tomará temperatura ambiente mucho más rápido una vez trasvasado de la botella
de vidrio grueso a vasos más delgados y abiertos.
CALIENTE EL VASO CON LAS MANOS. Para calentar el vino
más rápidamente, use las herramientas secretas para el control de la
temperatura: las manos. Si rodea la copa con las manos, calentará el cristal
y el vino tomará la temperatura deseada increíblemente más rápido. De
hecho, mientras que las copas para vino blanco están diseñadas para sostenerlas
por el pie (para mantener la baja temperatura), las redondeadas copas de vino
tinto invitan más a acariciarlas, lo cual eleva la temperatura y libera el
aroma al tiempo que realza el sabor. Si tiene invitados, muéstreles cómo
aumentar la temperatura del vaso con las manos ahuecadas.