Algunos consejos de la mano de especialistas en salud mental
para acompañar a las personas con alzhéimer en las fiestas.
Fuente: Salud a Diario
Las fiestas de fin de año, son fechas de celebración y
alegría que suelen ser disfrutadas con amigos y familiares en medio de comidas,
cenas y regalos. No obstante, es una época de cambio de rutinas, espacios,
orden y también de exceso de estímulos, y todo esto puede ser difícil de
sobrellevar para una persona con alzhéimer, ya que, podría ser un momento
confuso y nostálgico. Lo mismo ocurre con la familia y los cuidadores, pues
puede aumentar el estrés al no poder disfrutar como en festividades previas.
Por lo anterior, sugerimos lo siguiente:
1. Informar al ambiente social
Anticipar a familiares, amigos e invitados sobre el modo
de interactuar adecuado con la persona mayor. Este trato debe ser natural y
sin temor. Se recomienda mencionar, previamente, de manera breve la situación
de salud actual. De esta manera los cuidadores pueden delegar la
responsabilidad sobre el comportamiento que pueda presentar durante la
celebración.
2. Adornos y decoración
Permitir a la persona mayor participar de la elección de
los adornos asociados a la festividad, anticipando lo que se celebrará.
Idealmente que sean adornos sencillos y que no exciten demasiado. Luego de la
festividad retirar los adornos junto a la persona, recordando el fin de la
celebración y así evitar la confusión temporal.
3. Celebrar la Navidad y el Año Nuevo en un entorno conocido o familiar
Idealmente evitar modificar el ambiente físico en el cual
suele desempeñarse el adulto mayor. Se recomienda celebrar las fiestas en
el hogar, para que la persona pueda sentirse evitar temas de conversación que
puedan generar o gatillar agitación.
4. Disminuir estímulos ambientales
Favorecer que las conversaciones en las que interactúa la
persona mayor sean con un lenguaje simplificado, pausado y conocido.
5. Evitar ruidos externos como la música con alto volumen
Favorecer la participación: permitir espacios de
participación mediante trabajos simplificados durante la preparación y el
desarrollo de la actividad, en los que la persona con alzhéimer cuente con
supervisión del cuidador, como poner adornos, limpiar la mesa, poner servilletas,
etc. A su vez, se debe validar de manera positiva el desarrollo de la actividad
independiente de que requiera de modificaciones posteriores.
6. Cena de Navidad y Año Nuevo
Evitar el exceso de comida y de bebida estimulantes que
puedan generar un malestar posterior, o sean capaces de provocar efectos
secundarios con los fármacos y/o interferir en el ciclo sueño-vigilia.
Programar la cena en un horario similar al desarrollado durante el resto de la
semana, para no generar un cambio en la rutina, principalmente por el consumo
de líquidos y las horas de sueño. De esta manera, se suele sugerir que los
regalos o el abrazo de fin de año sea a la hora de rutina de sueño y no
extenderlo.
7. Invitados y familiares lejanos
Es posible que la persona con alzhéimer no logre recordar
los nombres o quiénes son los parientes e invitados de la cena de Navidad,
no se debe insistir en que los conoce, ya que podría generarle ansiedad. Basta
con presentar a la persona nuevamente.
8. Contar con espacios de confort
En caso de que la persona con alzhéimer presente
manifestaciones conductuales, es relevante contar con un espacio de
seguridad previamente preparado donde pueda realizar actividades que lo lleven
a la calma, como pintar, escuchar música o aromaterapia. Se sugiere dar
espacios de descanso entre cada actividad.
9. Mantener la rutina
Por seguridad, es recomendable mantener la regularidad de
las deposiciones y micciones, así como el horario de los fármacos. A su vez
es relevante mantener las actividades cognitivas y físicas durante los días de
preparación de la celebración de las fiestas.
10. Celebración para todos
El cuidador también debe disfrutar, por lo cual, debe
delegar actividades, manteniendo la ayuda de todos durante la celebración.
Es importante mencionar que tanto la persona con alzhéimer como su cuidador
deben sentirse queridos, respetados y partícipes de la familia y la cena,
aprovechando las fiestas de fin de año, como una instancia de alegría y disfrute entre todos, dándole significación a estas fiestas.