Llega
el frío y es momento de cuidar a los más chicos de las infecciones de las vías
aéreas superiores.
La bronquiolitis es una enfermedad de
las vías aéreas superiores que afecta mayoritariamente a niños de hasta dos
años y, dentro de ese grupo etario, los menores de seis meses son los más
susceptibles. Los menores de tres meses pueden presentar mayor gravedad, por lo
que es muy importante una consulta precoz y un seguimiento regular. Ana
María Balanzat, médica pediatra neumonóloga y miembro de la Asociación
Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), advierte acerca de cuáles son las
señales a las que los padres deben estar atentos y recomienda qué hacer frente
a un posible caso de bronquiolitis. Los principales síntomas son mucosidad
nasal o congestión nasal y tos, y en algunos casos puede haber fiebre de
escasa magnitud durante los días anteriores. Pueden aparecer también signos
como respiración acelerada, hundimiento de la piel entre las costillas, dificultad
para conciliar el sueño y para alimentarse, así como respiración ruidosa y
silbido en el pecho. Estos síntomas pueden durar hasta cinco días.
Qué virus provocan la bronquiolitis
El
virus sincicial respiratorio (VSR) es el más frecuente, responsable del 70
% de las bronquiolitis pediátricas. Los virus de la influenza (A y B)
también son estacionales; el número de casos varía, y afecta a niños y adultos.
Estos virus son fácilmente identificables mediante un análisis de las
secreciones nasales, que se realiza con la técnica de inmunoelectroforesis indirecta
y que nos permite tener un diagnóstico rápido y eficaz. Ante la sospecha de que
exista la enfermedad, se debe consultar al médico inmediatamente y, de acuerdo
a la gravedad que presente el niño, el seguimiento será en el domicilio o en
una internación. En general, los niños tienen una evolución favorable. Los
menores de un mes de vida, los prematuros o los niños con cardiopatías congénitas
tienen más riesgo de desarrollar una bronquiolitis más grave y de evolución más
prolongada.
RECOMENDACIONES ÚTILES PARA PREVENIR LA BRONQUIOLITIS
Evitar todo contacto con el humo del tabaco.
Proveer
lactancia materna.
Proveer
una alimentación adecuada, acorde a la edad.
Evitar
la concurrencia a lugares hacinados.
Aplicar
la vacuna antigripal para niños entre seis y veinticuatro meses, así como
para los que presentan factores de riesgo.
Siendo
una enfermedad viral, son escasos los tratamientos efectivos; sin embargo, en
algunos pacientes, la administración de broncodilatadores puede resultar
útil. La consulta precoz y el seguimiento regular serán claves para identificar
los casos de mayor gravedad.