Toda la información actualizada sobre la bronquitis, sus
causas y las formas de prevenirla.
Cuando inhala sustancias que no deben entrar en sus
pulmones: el humo de tabaco, los virus, las bacterias, los contaminantes
suspendidos en el aire y los vapores químicos, los tubos bronquiales se rebelan
y se inflaman, además de producir una cantidad superior de moco para
intentar aislar a estos intrusos. Como resultado, se produce tos, respiración
sibilante y, posiblemente, mucho cansancio. Un ataque viral o bacteriano
ocasional (o la exposición a mucho humo o contaminación) provoca un cuadro de
bronquitis de corta duración. Pero si tiene una tos que le dura al menos
tres meses de todo el año, durante dos años consecutivos, sufre de bronquitis
crónica, la que generalmente se debe al tabaco. Ya sabe cuál es la solución.
(Es posible que también necesite atención médica para evaluar el daño en los
pulmones y decidir un tratamiento).
Estrategias clave para la prevención de la bronquitis
Deje de fumar. El humo del cigarrillo es responsable
del 85 al 90% de los casos de bronquitis crónica. Los expertos dicen que fumar
pipas y habanos también puede causar esta enfermedad. Una razón es que los
pulmones de los fumadores producen más moco que los de los no fumadores.
Con frecuencia este moco recubre las membranas de las vías respiratorias y
forma una placa continua, lo que constituye un lugar para que crezcan bacterias
y virus. La buena noticia es que, al dejar de fumar, los pulmones comienzan
a mejorar casi inmediatamente. En muchos casos, la tos crónica (una señal
de toda esa producción de moco adicional) comienza a mejorar en el transcurso
del mes posterior a dejar el tabaco.
Evite el humo de segunda mano. El humo del cigarrillo
irrita el tejido pulmonar, provoca inflamaciones y aumenta las
probabilidades de desarrollar infecciones pulmonares. En un estudio alemán,
se descubrió que la exposición crónica al humo de segunda mano en el lugar de
trabajo incrementa las probabilidades de sufrir de bronquitis crónica en un
90%. Si la exposición se produce todos los días de la semana, como es el caso
de las personas que viven con un fumador, el riesgo se triplica.
Lávese las manos con frecuencia y lleve con usted un
desinfectante de alcohol para manos. En un estudio de dos años realizado
por el Centro de Investigaciones de Salud Naval de San Diego (Naval Health
Research Center in San Diego), se descubrió que lavarse las manos cinco
veces por día con agua y jabón disminuyó el riesgo de infecciones en las vías
respiratorias superiores entre los reclutas de la marina en un 45%. Lleve
gel desinfectante para manos en la cartera, en el auto, en el bolso del
gimnasio y en su maletín, para las ocasiones en las cuales no pueda encontrar
un lavabo. Hay estudios que demuestran que un desinfectante que contenga un
60% de alcohol etílico puede matar a la mayoría de las bacterias y los virus.
Use un barbijo para trabajar si el aire está contaminado.
La exposición al polvo, las emisiones, los vapores químicos y a otros gases
en el lugar de trabajo es la causa de alrededor del 15% de los casos de
bronquitis crónica. En un estudio con 527 no fumadores realizado por la
Universidad de Stanford, se descubrió que quienes estaban expuestos a aire
contaminado en su trabajo tenían el doble de probabilidades de sufrir
infecciones pulmonares recurrentes o de bronquitis crónica. Si ya padece
bronquitis crónica, la exposición al polvo, las emisiones, los vapores químicos
y otros gases en el trabajo pueden elevar su riesgo de sufrir de rebrotes de la
enfermedad. La ventilación deficiente, las áreas de trabajo cerradas y el
calor aumentan las probabilidades de tener bronquitis.
Vacúnese contra la gripe todos los años y contra el
neumococo al menos una vez. La bronquitis aguda y los rebrotes de la
bronquitis crónica con frecuencia son resultado de la gripe. Una vacuna anual contra la gripe puede reducir su riesgo de sufrir de bronquitis, y la
vacuna contra la neumonía ofrece una protección similar. Si padece
bronquitis crónica, corre más riesgos de contraer gripe o neumonía, y también
de que estas infecciones respiratorias sean más graves o le provoquen la
muerte. En un estudio realizado en Taiwán, se descubrió que los índices de
mortalidad debida a la bronquitis crónica disminuyeron de forma constante
después de que el gobierno comenzó a proporcionar vacunas contra la gripe sin
cargo a las personas con riesgo elevado.
Utilice los hogares y estufas a leña con menor
frecuencia. El humo de los hogares y estufas a leña está vinculado a índices
más elevados de infecciones pulmonares y bronquitis crónicas en niños y adultos.
Si utiliza una estufa a leña para calefaccionar los ambientes, asegúrese de
que esté bien sellada y de que queme bien. Si le gusta usar una estufa u hogar
a leña, considere la posibilidad de hacerlo con menor frecuencia para dejar
descansar sus pulmones.