Si oyó hablar de la biorregulación, seguramente sepa que el
organismo tiene formas de regularse a sí mismo.
Fuente: Salud a Diario
¿Cómo se biorregula nuestro organismo?
Hablar de
biorregulación es hablar de “vida”. Por naturaleza nuestro organismo se
autorregula sin darnos cuenta, donde procesos fisiológicos, psicológicos y
orgánicos están involucrados activamente. No podemos olvidar que el ser
humano es una entidad biológica interdependiente, que constituye una unidad
indivisible e indisociable según palabras del mismo Claude Bernard, (médico y
fisiólogo francés considerado el fundador de la medicina experimental siglo
XVIII). La biorregulación es un proceso biológicamente activo que tiene como
finalidad mantener el equilibrio del organismo, que continuamente está
alterado por sus necesidades y recuperado por su satisfacción, compensación o eliminación.
El organismo tiene la maravillosa capacidad de autorregularse, pero en
ocasiones requiere de pequeños estímulos para poner en marcha sus propios
mecanismos de control y de esta manera lograr su recuperación. De hecho los
síntomas constituyen una forma de autorregulación en sí misma. Qué haríamos, si
nuestro cuerpo no tuviese la capacidad de termorregulación y afrontar los
cambios de temperatura corporal; la misma respuesta inmunológica ante ciertos
agentes ambientales, es una evidencia de que nuestro organismo tiene los
elementos propios de defensa ante agentes nocivos.
Bioactivadores, clave para que el organismo se defienda
Todo ser vivo tiene esa capacidad innata de desarrollar
sus propios mecanismos de defensa; más no siempre se encuentran trabajando
equilibradamente; es por ello que -mediante la incorporación de principios
activos naturales- el organismo se ordena y reestablece las funciones básicas
propias cada tejido y órgano. Interviniendo como modulador de procesos de
regeneración y normalización de aquellos sistemas afectados.
¿Cómo fomentamos la autorregulación del organismo?
Por muchos medios nuestro organismo es agredido; una
alimentación inadecuada y la convivencia con elementos ambientales nocivos hace
que el organismo se vaya cargando de elementos patógenos, éste se defiende
eliminando esas impurezas por sus medios naturales; pero en ocasiones no
alcanza a eliminarlas o reestablecerse, y va dañando los tejidos hasta su
completa disfuncionalidad o destrucción, lo que denominamos “enfermedad”.
Ahora, si a este organismo enfermo (que ya no puede defenderse por sus propios
medios por la debilidad funcional de sus células); le ayudamos,
suministrando elementos de la naturaleza que en ningún caso suprimen, tampoco
sustituyen funciones, sino que estimulan a que dichas células, tejidos y
órganos se activen o vigoricen, y así destruyan la enfermedad
(desequilibrio), estamos hablando de medicamentos naturales
“bioactivadores”.
Terapia natural para el restablecimiento del equilibrio funcional
Desde el enfoque de la medicina natural, la utilización
de tratamientos sobre la base de principios activos de origen vegetal o mineral
ayuda a la naturaleza, suministrando al organismo los elementos necesarios para
corregir las anomalías que se han producido en la química fisiológica.
Están orientados a combatir, por un lado, los síntomas, lo que sería el
sufrimiento del paciente, aquello que le molesta, pero -por otro- también
pueden tratar las causas y, en ocasiones, prevenir esa tendencia o predisposición
a ciertos desequilibrios que denominamos enfermedad. Con la utilización de
medicamentos naturales biorreguladores y suministrándolos en microdosis
devolvemos al organismo esa capacidad innata de defenderse y autorregularse de
una manera sutil y lo menos invasiva posible. Si una persona consultara por
problemas de alergias, lo más oportuno y lógico sería dar un medicamento que
disminuya o elimine los síntomas; lo novedoso de una terapia basada en
medicamentos de origen natural es que elimina los síntomas, pero estimulando la
propia naturaleza del organismo de manera que pueda modular esa sobrerreacción
ante un agente extraño. Si sufres de la caída del cabello, uñas quebradizas o
una piel envejecida, lo más probable es que tu organismo tenga alguna debilidad
en el tejido conectivo, por lo que la estimulación mediante el aporte de sílice
o silicea, hará que tu organismo desarrolle su propia capacidad de sintetizar
compuestos proteicos, y con ello devolver la funcionalidad celular de la
epidermis, lo que se reflejará en un saludable crecimiento del pelo y uñas más
resistentes. En ocasiones, un desequilibrio funcional de células nerviosas y
musculares son las responsables de estados de ansiedad, nerviosismo y
dificultad para dormir; con el aporte de pequeños estímulos (microdosis) de
compuestos naturales a base de alfalfa, passiflora, cactus o Avena sativa,
entre otros, podemos lograr la recuperación funcional cerebral. Algunos
problemas digestivos -como cuadros de gastritis, colon irritable- que cursan
con estreñimiento, flatulencia y meteorismo- son responsabilidad de un
deficiente funcionamiento de células epiteliales de la mucosa del tubo
digestivo, por lo que medicamentos a base de Nux vómica, china, lycopodium o
hydrastis pueden colaborar en regularizar esa respuesta biológica del organismo
que está causando daño. El sistema sensorial o somato sensorial se ve alterado
por muchas causas, incluido el estrés, cosa que se manifiesta con trastornos
del equilibrio, vértigo y mareos; los compuestos naturales a base de Bryonia
alba, Cocculus indicus, Conium maculatum, Nux vómica y Argentum nitricum tienen
como prioridad corregir dichos desordenes.