Si no suele consumir estas frutas, aproveche el verano para
incorporarlas en su alimentación.
Sandía
Está compuesta por 95 % de agua lo que favorece la hidratación
y la depuración del organismo. Al contrario de lo que se piensa, es muy
baja en calorías por lo que es ideal para perder peso y quitar la ansiedad por
el sabor dulce. Su principal propiedad nutricional es que contiende
carotenoides (luteína y licopeno) siendo el licopeno predominante. La sandía
es una muy buena fuente de licopeno incluso contiene más que el tomate, al ser
un fitoquímico le entrega propiedades antioxidantes a la sandía, existen
muchos estudios en humanos que confirman el licopeno ayuda a disminuir el
riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, disminución del colesterol
y protecciones contra distintos tipos de cánceres. Contiene muchas vitaminas
sobre todo del complejo B y manganeso que ayudan a la concentración. Sin
embargo, la que está en mayor proporción es la vitamina A lo cual reafirma su
propiedad antioxidante, además ayuda a prevenir enfermedades oculares. Las
semillas, ricas en vitamina E, se han utilizado en medicina popular. La sandía
contiene una sustancia llamada cítrulina que es un precursor de la arginina que
es un aminoácido utilizado para sintetizar óxido nítrico que ayuda en las
funciones cardiovasculares e inmunes. Este aminoácido mejora la circulación,
ayudando a controlar la presión arterial, por ende la sandia al contener
cítrulina tiene todas estas propiedades. Sin embargo, la cítrulina
principalmente se encuentra en la parte blanca de la sandía que habitualmente
no se consume.
Melón
El melón también es una muy buena fruta para bajar de
peso puesto que su contenido de agua es elevado, sobre el 90 %, siendo muy bajo
en calorías. Contiene muchas vitaminas como B6, B1 y folatos. Destaca mucho
su cantidad de vitamina C y vitamina A incluso más que la sandía (568 mg) lo
que también le da la propiedad de prevenir las enfermedades visuales.
Contiene también minerales importantes como potasio, hierro y magnesio. Los
melones tuna y calameño son bastante parecidos nutricionalmente. Una de sus
diferencias, es el mayor porcentaje de betacarotenos de los melones calameños,
por ende, son mejor formadores de Vitamina A, ayudando a también como
antioxidante y a proteger la piel de los efectos nocivos de la radiación
ultravioleta.
Chirimoya
A diferencia de la sandía y el melón, contiene una gran
cantidad de carbohidratos (20% de su peso), fundamentalmente azúcares simples
como la fructosa, que es más fácil de transformar en grasa, cuando no es
ocupada como fuente energética, y tiene un bajo contenido de grasa y proteínas.
Relacionado con otros nutrientes, se destaca su contenido de potasio y
vitamina C. El potasio ayuda a generar el impulso nervioso por lo que es
muy buena para el cerebro y en el caso del contenido de vitamina C, además de
ser un muy buen antioxidante, interviene en la formación de colágeno, huesos y
dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos.
Uva
La uva también es una fruta calórica sobre todo por su
gran cantidad de azúcares, solo diez uvas contienen 57 calorías, por lo
tanto una taza contiene aproximadamente 120 Kcal. Además estos carbohidratos tienen
un índice glicémico elevado por lo que no es tan recomendable para personas conresistencia a la insulina ni diabéticos, facilitando que estos azúcares se
transformen más rápido en grasa. Pero, si se consume de manera moderada, aporta
beneficios para la salud, puesto que tienen fitonutrientes que actúan como
antioxidantes que tienen un efecto preventivo frente a enfermedades
degenerativas como las cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, trastornos
neurodegenerativos e incluso patologías como las cataratas. Algunos estudios
indican que tanto la uva negra como el vino tinto, poseen una mayor cantidad
de fitonutrientes que las otras variedades de uva y vino, pudiendo contribuir
mejor a la prevención de las enfermedades degenerativas. Además la uva
negra contiene más potasio y la blanca contiene más magnesio y calcio.