Si le gustan las cosas dulces, pero quiere opciones más
saludables para endulzar, aquí encontrará las opciones que necesita.
Fuente: cuerpomente.com
Si bien es una gran fuente de energía para el organismo, es
sabido que el azúcar blanco tiene muchas desventajas. Consumirla en exceso
aumenta las probabilidades de subir de peso, eleva la glucemia y las chances de
desarrollar diabetes de tipo 2 y caries. Sin embargo, abandonar por
completo al azúcar blanco no tiene por qué implicar dejar los sabores dulces
fuera de nuestra vida.
Según una nota publicada en el portal Cuerpomente. com,
la naturaleza está llena de alternativas saludables y deliciosas, cada vez más
extendidas en las cocinas de todo el mundo por su multitud de beneficios para
la salud. Descubrimos algunas de las opciones más nutritivas para esos días
en los que necesitamos endulzar un poco la vida.
Miel
La miel es probablemente el endulzante más antiguo del
mundo: ya era utilizada en el antiguo Egipto, y los griegos la consideraban una
medicina extraordinaria. La miel se crea con el néctar y la savia de flores y
resinas recogidos por las abejas y ensalivados por ellas. Se han
identificado en la miel unas 70 sustancias biológicamente activas que le
confieren cualidades antibióticas y tónicas siempre que no se someta a una
temperatura superior a 55 °C. Sus propiedades organolépticas dependen del
origen del néctar y la estación del año. Es el edulcorante perfecto para
mueslis o infusiones.
Melaza
La melaza es un edulcorante que se consigue a partir de
cereales integrales como el trigo, el maíz, la cebada o incluso el arroz:
se cuece el cereal y el líquido resultante se fermenta con enzimas. Su gran
ventaja es que aporta hidratos de carbono complejos, de asimilación más lenta
que los monosacáridos del azúcar, la miel o la melaza de caña. Además, conserva
sus vitaminas. Tiene consistencia de miel y color de caramelo. Muy empleada en
la industria de la confitería, aporta cuerpo a las recetas y no carameliza
fácilmente. Como tiende a mantener la humedad, está muy indicada para las
preparaciones al horno.
Sirope de agave
Se elabora con la savia líquida obtenida de la penca del
agave, una planta crasa ya conocida por los antiguos mayas debido a sus propiedades
nutritivas. Este aguamiel se trata con enzimas y luego se somete a la acción
del calor hasta obtener un sirope muy dulce y de un atractivo color ámbar. Tolerado
por los diabéticos por su bajo índice glucémico, el sirope de agave tiene un
sabor delicado apto para cualquier preparado, ya que no enmascara el resto de
los sabores. Tiene la peculiaridad de que, si se somete a cocciones demasiado
largas, desarrolla compuestos amargos.
Estevia
La Stevia rebaudiana es una planta de origen paraguayo cuyo
extracto tiene un poder edulcorante 200 veces superior al del azúcar y sin una
caloría. Ya la usaba el pueblo guaraní, y es habitual en muchos países, tal
como explica la nota publicada en el portal Cuerpomente.com.
Concentrado de manzana
Este concentrado del jugo de manzana tiene la consistencia
de un jarabe denso y se emplea con frecuencia en los países nórdicos para
preparar postres y galletas saludables. De los endulzantes naturales es el
único que proviene de una fruta, y por ello predomina en él la fructosa de las manzanas.
Es el menos dulce de todos. Tiene un sabor suave y acidulado, lo que lo vuelve
ideal para añadir a cualquier receta, especialmente de frutas o en la
preparación de aliños y salsas. Aporta los beneficios de la manzana y regula el
funcionamiento del intestino.