Ante la proliferación de información, es bueno saber qué
alimentación les conviene a nuestros hijos.
Fuente: kidshealth.org
Todo el mundo necesita ingerir suficientes calorías para
que el cuerpo funcione bien. Cualquier dieta que implique ingerir diariamente
una cantidad de calorías inferior a la necesaria puede ser peligrosa. Las dietas extremas de bajo consumo de grasas también pueden ser nocivas para un adolescente.
Todas las personas necesitamos ingerir cierta cantidad de grasa a través de la
dieta; por eso, nadie debe seguir un régimen completamente exento de ellas.
Aproximadamente el 30 % de las calorías totales deben proceder de las grasas. Tampoco
hay que dejarse engañar por las dietas que prohíben comer determinados grupos
de alimentos. Una dieta que prohíba los hidratos de carbono, como el pan o la
pasta, o que solo deje alimentarse de fruta es insana. No dejará incorporar todas
las vitaminas y minerales necesarios. Y, aunque es posible que sea efectiva para
perder peso, lo más probable es que, a la larga, esos kilos se recuperen.
¿Por qué hacemos dieta?
Algunas personas empiezan a hacer dieta porque creen que
todos los problemas que tienen en la vida se deben a su sobrepeso. Otras tienen
un área en su vida que no pueden controlar, como un padre alcohólico; por eso,
se centran en algo que sí pueden controlar, por ejemplo, el ejercicio físico y lo
que comen. Comer demasiado poco (anorexia) o comer mucho solo para vomitarlo
después (bulimia) son dos trastornos de la conducta alimentaria. A algunas personas
les cuesta mucho controlar lo que comen. Pueden comer toneladas de comida y
sentir que no pueden parar de comer (trastorno alimentario compulsivo o
trastorno por atracón). Los trastornos de la conducta alimentaria son nocivos
para la salud de la persona. Quienes padecen estas afecciones necesitan tratamiento
médico (y psicológico) inmediato, subraya este artículo de kidshealth.org.