Además de aumentar los niveles de colesterol bueno, el omega
3 es beneficioso para la salud del cerebro.
Comer pescado de agua fría y otras fuentes de ácidos grasos omega-3 puede preservar la salud del cerebro y mejorar la cognición en
la mediana edad, indica nueva evidencia. Tener al menos algo de omega-3 en los
glóbulos rojos se asoció con una mejor estructura cerebral y función cognitiva entre los voluntarios sanos de un estudio realizado entre
personas de 40 a 50 años, según una investigación dada a conocer este octubre. “Estudios
previos ya han analizado esta asociación en poblaciones de mayor edad. La nueva
contribución aquí es que, incluso en edades más jóvenes, si se tiene una
dieta que incluye algunos ácidos grasos omega-3, ya se está protegiendo el
cerebro para la mayoría de los indicadores de actividad cerebral y
envejecimiento que vemos en la mediana edad”, dice Claudia Satizabal,
profesora asistente de Ciencias de la Salud de la población en el Instituto Glenn
Biggs para el Alzheimer y las Enfermedades Neurodegenerativas en UT Health San
Antonio, de la Universidad de Texas (Estados Unidos). La edad promedio de los
voluntarios fue de 46 años. El equipo analizó la relación de las
concentraciones de ácidos grasos omega-3 en los glóbulos rojos usando
resonancia magnética, y los marcadores cognitivos del envejecimiento
cerebral. Los investigadores también estudiaron el efecto de las
concentraciones de glóbulos rojos omega-3 en voluntarios que portaban el gen
APOE4, una variación genética relacionada con un mayor riesgo de enfermedad de
Alzheimer.
Resultados del estudio sobre omega 3 en el cerebro
El estudio de 2.183 participantes sin demencia ni accidentes
cerebrovasculares encontró que: Un mayor índice de omega-3 se asoció con
mayores volúmenes del hipocampo. El hipocampo, una estructura en el
cerebro, tiene un papel importante en el aprendizaje y la memoria. Consumir
más omega-3 se asoció con un mejor razonamiento abstracto o la capacidad de
comprender conceptos complejos utilizando el pensamiento lógico. Los
portadores de APOE4 con un índice omega-3 más alto tenían menos enfermedad de
vasos sanguíneos pequeños. El gen APOE4 está asociado con enfermedades cardiovasculares
y demencia vascular. Los investigadores utilizaron una técnica llamada cromatografía
de gases para medir las concentraciones de ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido
eicosapentaenoico (EPA) de los glóbulos rojos. El índice de omega-3 se calculó
como DHA más EPA. “Los ácidos grasos omega-3 como EPA y DHA son micronutrientes
clave que mejoran y protegen el cerebro”, dice la coautora del estudio
Debora Melo van Lent, investigadora postdoctoral en el Instituto Biggs. Y
destaca que “nuestro estudio es uno de los primeros en observar este efecto en
una población más joven”. De todas formas, se necesitan más estudios en este
grupo de edad”.