Esta moda en nutrición tiene defensores y detractores. Aquí,
le contamos todo lo que debe saber para decidir su postura.
Fuente: www.theconversation.com
La dieta 5:2
Se trata de una variante popular del ayuno intermitente
y consiste en mantener una dieta muy hipocalórica (unas 500
kilocalorías) durante dos días a la semana (pueden ser dos días cualesquiera),
y comer con normalidad los cinco días restantes. Los estudios científicos han
mostrado que la dieta 5:2 permite perder peso y que también mejora
varios marcadores de salud, como la reducción de los niveles de glucosa y
colesterol en sangre. Pero, por lo general, esta dieta no resulta más eficaz
para perder peso que los métodos tradicionales. Esto se debe a que la dieta 5:2
reduce la ingesta de calorías en una medida similar a las dietas tradicionales.
Existen datos que indican que colocar de forma consecutiva
los dos días en los que se ingieren muy pocas calorías puede mejorar la
sensibilidad a la insulina —un marcador de riesgo de diabetes de tipo 2— en mayor
medida que la dieta clásica.
Además, frente a la dieta tradicional, este método conlleva
una reducción de los lípidos en sangre (sustancias grasas que se
encuentran en la sangre). Una importante ventaja añadida de la dieta 5:2 es que
en ella pueden consumirse alimentos durante el período de “ayuno”, lo
que permite ingerir nutrientes fundamentales. Las dietas conllevan a menudo pérdidas
de masa ósea y muscular, además de la pérdida de grasa, puesto que resulta
difícil mantener una dieta equilibrada y, al mismo tiempo, reducir la ingesta
de calorías. Este resultado puede echar por tierra los esfuerzos invertidos en
perder peso a largo plazo, dado que el músculo es metabólicamente más activo
(es decir, quema más calorías) que la grasa. Ingerir una cantidad suficiente de
proteínas puede ayudar a frenar la pérdida de masa muscular durante la dieta,
con la ventaja añadida de reducir el apetito.
Ayuno en días alternos
Si bien la dieta 5:2 podría considerarse como una
“intervención en el estilo de vida”, el ayuno en días alternos
(alternate-day fasting o ADF) se usa más, por lo general, para perder peso
rápidamente. El ayuno en días alternos también se conoce como “dieta del día
siguiente” y exige que se alternen los días entre una alimentación sin
restricciones y aquello donde se consumen muy pocas calorías. La mayoría de
los estudios sobre el ayuno en días alternos usa un criterio parecido al de la
dieta 5:2, que permite consumir una comida pequeña (normalmente unas 500
kilocalorías) en los días de “ayuno”. La investigación ha mostrado que el ayuno
en días alternos puede lograr una pérdida de peso importante en un
período de entre 8 y 12 semanas. Sin embargo, este ayuno plantea un grave
problema, y es que el seguimiento de la dieta suele decaer. Los estudios a largo
plazo han mostrado que, con el tiempo, se va aumentando la ingesta de calorías
en los días de “ayuno”, lo que reduce el déficit calórico logrado y ralentiza
el ritmo de la pérdida de peso. Se han llevado a cabo ensayos controlados
aleatorizados (el criterio de referencia de los estudios clínicos) que muestran
que el ayuno en días alternos no logra una mayor pérdida de peso ni más
mejoras en la salud que las dietas tradicionales cuando la ingesta de calorías
es la misma en ambos grupos. Con todo, el ayuno en días alternos normalmente da
lugar a una mayor reducción de la ingesta de calorías que el método dietético
tradicional, lo que debería traducirse en una mayor pérdida de peso en la fase
inicial. Pero es poco probable que haya muchas personas dispuestas a practicar
el ayuno en días alternos a largo plazo.
Fuente: www.theconversation.com