Si tiene dolores musculares
que lo acompañan a diario, el árnica es una buena manera de aliviarlos.
La mayoría de las personas
tienden a pensar que el dolor muscular es una dolencia exclusiva de
deportistas, los que están más expuestos a
lesiones. Sin embargo, debemos reconocer que cualquier situación de la vida
cotidiana puede dejarnos expuestos a sufrir una lesión, con la consiguiente
consecuencia de sufrir dolor muscular que limitará nuestras actividades. Al sistema músculo esquelético
le debemos la forma de nuestro cuerpo y estabilidad, pero, además, es el que
permite que nos podamos mover. Dicho sistema requiere una organización y
relación estrecha; y en ella participan huesos, músculos y tejidos conectores, como
son ligamentos, tendones y otros tejidos llamados tejidos blandos. Por lo
general, los movimientos de nuestro cuerpo no causan problemas; no
obstante, una lesión, golpe o caída pueden aparecer de un momento a otro:
al realizar algún deporte, en actividades recreativas, las tareas relaciona- das
al trabajo o en una labor hogareña. El dolor y la complejidad dependerán de la zona
afectada tomando en cuenta que existen articulaciones de
distintos tamaños. O bien, menor presencia de musculatura, etc. Por
ejemplo, la rodilla es considerada la articulación más grande de nuestro cuerpo
y, de seguro, una de las más expuestas: nadie se ha salvado de un golpe, un
giro, una flexión o una caída sobre la rodilla con la casi inmediata aparición
de dolor, hinchazón y el moretón correspondiente.
En nuestra vida cotidiana,
todos estamos constantemente expuestos a lesiones repentinas
y agudas, sin dejar de lado que hay otras personas que tienen propensión a
problemas en su sistema musculo esquelético, entre los que se pueden
mencionar fibromialgia; una enfermedad reumática crónica y que amerita
un capítulo aparte. Sin embargo, en esta columna nos referimos, en particular a
esos dolores y afectaciones musculares como consecuencia de una lesión por
golpe, caída o sobreesfuerzo, situaciones inesperadas, que nos hacen ver más
que estrellas.
Árnica para el dolor muscular y más…
El árnica cuenta con una
popularidad que cruza fronteras, ampliamente conocida y utilizada por el
público en general, va adoptando distintos nombres que hacen alusión a sus
propiedades terapéuticas, dentro los cuales podemos mencionar “hierba de las caídas”,
“hierba de la montaña”, “tabaco del pastor”, “flor de los deportistas”.
Arnica montana, su nombre en
latín, la planta de la que se obtiene el medicamento, tiene propiedades
“terapéuticas para curar traumas, es analgésico y antiinflamatorio natural, por lo que se convierte en el mejor aliado en situaciones
clínicas de traumatismos, golpes, torceduras, sobreesfuerzos, inflamación, y
dificultad para el movimiento. Para todos los ámbitos familiares Lo que
sorprende de árnica montana es que su actividad farmacológica no queda limitada
a un golpe, moretón, torcedura o situaciones similares en ámbitos comunes, sino
que podemos extender su aplicación a
aquellas actividades deportivas o no, donde hay una sobrecarga,
exigencia o desgaste con el consiguiente daño y dolor muscular progresivo. Es
acá donde la árnica puede tener un verdadero protagonismo, al modular los
procesos de regeneración muscular, regulando los procesos inflamatorios, así
como formación y renovación de tejidos, mejorando la capacidad de nuestro
aparato locomotor de adaptarse al esfuerzo y la capacidad de recuperación después de una lesión. De esta manera, no sólo se puede usar en los
golpes y traumatismos, sino también
en esas situaciones de “exceso muscular”, de fatiga muscular.
Elegí tu puntuación
Dejá tu comentario
Poca información.