Aprenda cuáles son los objetivos de nutrición en los pacientes con heridas crónicas.
El estado nutricional es un punto relevante en el
tratamiento, debido a que los pacientes que presentan úlceras por presión
tendrán bajo peso, en su mayoría, versus los sujetos con úlcera venosa o úlcera
de pie diabético, que se encontrarán en mayor proporción con sobrepeso u obesidad. El objetivo en la malnutrición por déficit será recuperar el
estado nutricional, pero en la malnutrición por exceso será mantener el peso
hasta la cicatrización. Posterior a ello se buscará normalizar el estado
nutricional, debido a que el exceso de peso es un factor de riesgo para
presentar este tipo de lesiones. En cuanto al estado proteico, el balance
nitrogenado dará a conocer cuál es la relación entre la ingesta y el
requerimiento de proteínas; con ello se determinará si la ingesta está por
debajo de lo necesario para favorecer la cicatrización de los tejidos. Si el
balance es negativo, indicará que el aporte de proteínas no es suficiente para
el requerimiento del paciente.
Vitaminas y minerales para pacientes con heridas crónicas
La vitamina C está involucrada en la síntesis del colágeno por parte de los fibroblastos. Esto es fundamental para la estructura
de la matriz extracelular y, por ello, la cicatrización de tejidos. Se ha
descrito que los pacientes con heridas crónicas tienen requerimientos mayores
de vitamina C, recomendando suplementos de 500 mg hasta la cicatrización. La
vitamina A y E son esenciales para mantener la integridad del epitelio y por su
rol antioxidante. Se ha determinado déficit de estos nutrientes en sujetos
con heridas crónicas, por lo que, tras los análisis correspondientes para
determinar el déficit, su suplementación, podría ser recomendada por tres
meses. El zinc regula la función inmunológica y la regeneración. El déficit
de zinc se presenta en pacientes con heridas crónicas y se asocia a una demora
en los tiempos de cicatrización. La DDR (Dosis Diaria Recomendada) de zinc
está entre 8 a 11 mg/día en sujetos sanos. Por otra parte, un trabajo mostró
que la suplementación con 250 mg de óxido de magnesio más 400 UI de vitamina E
durante 12 semanas en pacientes con úlceras de pie diabético generó mejorías en
la glicemia, sensibilidad a la insulina, HbA1c, niveles de triglicéridos y
colesterol HDL. En paralelo, también favoreció al aumento de la velocidad
del cierre de herida y menores niveles de proteína C reactiva ultrasensible,
indicando que debemos evaluar la ingesta dietaria de los alimentos fuente de
estos nutrientes. La adecuada relación entre ácidos grasos esenciales es
vital para regular la síntesis de derivados pro y/o antiinflamatorios,
considerando que además estas lesiones se caracterizan por presentar una etapa
inflamatoria prolongada en el tiempo, que no permite el paso a la fase
proliferativa de la cicatrización. La suplementación solo está recomendada
cuando los requerimientos no pueden ser cubiertos con una dieta alta en
calorías y proteínas (evidencia grado A). Algunos de los llamados
inmunonutrientes que regulan la función inmune y la respuesta inflamatoria son
recomendados en pacientes que no cicatrizan a pesar de utilizar correctas
técnicas de curación; entre ellos: la arginina, la glutamina, el zinc, las vitaminas
C y A, y los ácidos grasos esenciales, como los omega 3 y 6.
Responsabilidad en la prevención y el cuidado nutricional de personas con heridas crónicas
La malnutrición por déficit es un elemento que podemos
evitar, entregándole guía al usuario y familia de forma constante, ya que
una vez que la UPP (Úlcera por Presión) está presente, los costos y la demanda
de cuidado aumentan considerablemente. En el caso de las UPD (Úlceras de Pie
Diabético), disminuye el riesgo de padecerlas si el sujeto con diabetes está
bien compensando, manteniendo hemoglobinas glicosiladas.