Una cosa son los kilos de
más, pero la obesidad es algo diferente: una enfermedad física y mental cada
vez más frecuente.
La obesidad es una de las afecciones más devastadoras cuando se trata de la salud. Se relaciona no solamente con un mayor riesgo de los problemas que puede prever (enfermedad cardíaca y diabetes, y dolor en articulaciones) sino también con otras dolencias que no se le ocurrirían, como cáncer, pérdida de la audición, mal de Alzheimer y problemas gastrointestinales. Para algunas personas, controlar elexceso de peso parece casi imposible… pero no lo es. Simplemente no cometa el error de confiar en las dietas a corto plazo, porque son sorprendentemente ineficaces. El secreto es combinar un control inteligente de las porciones con ejercicio, algo fundamental en esta ecuación.
Estrategias para evitar la obesidad
Ejercite durante 30 minutos por día. El ejercicio, además de reducir las calorías, es clave para perder peso y controlarlo. Todo tipo y cantidad ayuda, pero la meta ideal y fácil es 30 minutos la mayoría de los días. Lo sorprendente es que ejercitar durante 30 minutos es casi tan efectivo como hacerlo durante una hora, según un estudio publicado en l Revista de la Asociación Americana de Medicina (Journal of the American Medical Association). En un estudio sobre 184 mujeres, los investigadores descubrieron que aquellas que realizaban caminatas al aire libre o en un cinta a diversas intensidades y durante 30 o 60 minutos por día, cinco veces a la semana durante un año, perdieron casi el mismo peso. Quienes ejercitaron una hora por día perdieron aproximadamente el 10% más que quienes lo hicieron por media hora por día. Dado que la pérdida de peso promedio fue de casi 9 kg, esto representa una diferencia de tan solo 1 kg aproximadamente. ¿Pero por qué? Los investigadores especulan que cuanto más ejercicio hacen, las personas creen que pueden comer mas cantidad… y al hacer esto, se compensa algo de la pérdida de peso que se hubiera logrado. La moraleja de la historia: haga la mayor cantidad de ejercicio posible (algunas personas necesitan más de 30 minutos al día para deshacerse de la obstinada grasa y controlar su peso) pero no se coma un paquete de galletitas como recompensa.
Desayune. Hace mucho tiempo que sabemos que las personas que desayunan todos los días (recomendamos cereal integral con al menos tres gramos de fibra por porción) tienen más probabilidades de conservar un peso saludable o, si intentan adelgazar, de bajar más kilos que quienes no desayunan. El motivo está relacionado con la forma en que su cuerpo reacciona a la falta de alimento, incluso si es breve. Si se saltea el desayuno a la mañana, no solo siente que muere de hambre a la hora del almuerzo, sino que su cuerpo en realidad cree que tiene hambre y reacciona aminorando el metabolismo para conservar calorías. La mayoría de los expertos concuerda en que desayunar todos los días es simplemente una de las mejores cosas que puede hacer por su peso. Algunos investigadores ahora incluso piensan que el desayuno debería ser abundante… la comida más importante del día, de hecho. Señalan que un buen desayuno controla mejor el apetito y las ganas de comer dulces y carbohidratos más tarde durante el día, y esto lo ayuda a controlar el peso.
Controle
las porciones. En
los Estados Unidos, el consumo de alimentos por persona se incrementó un 25%
respecto de hace 40 anos. Un motivo es la distorsión de porciones (nos
acostumbramos a las porciones abundantes de los restaurantes y los locales de
comida rápida, y nos es difícil reconocer una porción normal en casa). Esta es
una nueva forma de pensar para adoptar: cuando coma, piense en la calidad y
no en la cantidad, y deje de comer antes de sentirse completamente
satisfecho.
El
objetivo es dar a su cuerpo la nutrición que necesita, no llenarse excesivamente
como si fuera su última comida (¡no será así!). Pruebe estos consejos.
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Use platos más pequeños. Los
estudios afirman que si utiliza platos grandes, no solamente pondrá más comida
en el plato sino que comerá más de lo que tiene delante.
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Coma en el comedor. Sírvase
en la cocina, y luego vaya a comer a otro ambiente. Sera menos probable que
repita si tiene que levantarse y regresar a la cocina a buscar más comida.
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Coma despacio. La
mayoría de nosotros come demasiado rápido. Esto no da al cerebro tiempo para
recibir las señales hormonales del estómago que indican que está lleno. Del
mismo modo, espere al menos 20 minutos después de comer antes
de
procurarse un segundo plato o postre.