Remedios naturales Remedios naturales

La medicina natural está cada vez más en auge, pero ¿sirve para el tratamiento de enfermedades crónicas?  

La medicina natural es tan antigua como lo es la humanidad. Se vincula con nuestros orígenes, antes de la era urbana, y con el inicio de la farmacología, ya que el ser humano desde siempre se ha preocupado de sus enfermedades y heridas. Justamente, en la búsqueda de “remediar” sus sufrimientos, recurrió a la naturaleza, y en especial a las plantas o partes de ellas. Estas últimas, gracias a su maravillosa composición, constituyen un verdadero arsenal químico del cual hoy solo se conoce con éxito un tercio, considerando la gran variedad de especies a nivel mundial. En consecuencia, desde tiempos inmemoriales, se ha observado un especial interés por el uso de los medicamentos de origen natural. A esta práctica se han sumado, en los tiempos modernos, numerosos estudios que avalan su rol en la prevención y tratamiento de enfermedades, tanto agudas como crónicas.  

 

Sustancias naturales y principios activos en los remedios  

 

Por mucho tiempo, los “remedios” naturales, en particular las plantas, fueron la única herramienta terapéutica de que la medicina disponía. Esto obligó a que se investigaran las especies naturales, y se profundizara en la identificación de los componentes farmacológicamente activos. A partir de ahí, vino el desarrollo de medicamentos utilizando los llamados principios activos, que de ellas se extraen. Solo basta recordar que, en el mundo Occidental, desde la Edad Media, una serie de plantas autóctonas europeas eran utilizadas por su gran riqueza de principios activos, es el caso de preparados de corteza de sauce blanco (Salix alba) de la cual en el siglo XIX, se logró aislar el ácido acetilsalicílico, conocido en nuestros días como aspirina. Lo mismo ocurrió con los pueblos originarios de las Américas.   

¿Qué nos aportan los remedios naturales?   

 

Hablar de medicina natural tiene un sentido más amplio que solo pensar en curar una enfermedad, conlleva toda una idea de vida saludable, ya que en la naturaleza podemos encontrar recursos para utilizar en nuestro día a día, mejorando considerablemente la calidad de vida. La naturaleza nos entrega los recursos para mejorar nuestro bienestar en prácticamente todas las etapas que transita el ser humano, facilitando y apoyando al organismo en los diferentes cambios biológicos y fisiológicos, convirtiéndose así en una herramienta terapéutica más, dentro de amplio abanico de la farmacología actual El interés por la investigación y estudios científicos, en combinación con la creciente modernización de la farmacología actual, y el auge en la utilización de la medicina natural por parte de las personas; ha dado como resultado el desarrollo de medicamentos en forma de extractos de origen natural estandarizados y estabilizados con métodos de alta tecnología (que habilitan su análisis químico) y la validación, que –en muchos casos– no guardan diferencia con los medicamentos alopáticos convencionales. 

 

Beneficios de la medicina natural en los tratamientos crónicos 

 

No debemos olvidar que los medicamentos que tienen como base elementos de origen natural de procedencia herbal, presentan innumerables ventajas respecto a los tratamientos químicos; destacando el que sus principios activos principales son biológicamente equilibrados, además de que sus inseparables componentes secundarios ejercen un efecto sinérgico entre sí, a la vez, con efecto protector y no acumulativo en el organismo.  Algunos de estos componentes son avalados internacionalmente en estudios clínicos demostrando su eficacia, siendo también validados por el Ministerio de Salud en su indicación, al igual que varios reconocidos en su libro de medicamentos herbarios tradicionales. Un ejemplo de esto es el preparado de algas marinas con olivos. Cuando hablamos de algas marinas, nos referimos a Durvillaea antarctica (disponible en el libro MHT de Minsal), la cual también conocemos popularmente como cochayuyo. Este medicamento ayuda a combatir la hipertensión arterial y como diurético. La evidencia científica, sugiere que los extractos estandarizados de hojas de Morera (Morus nigra L.) contiene compuestos triterpénicos, flavonoides, cumarinas, entre otros, que le otorgan actividad antihiperglucémicas, asociándola al manejo de la Diabetes Mellitus tipo 2. Tan frecuentes como pueden llegar a ser los cálculos renales; la medicina natural nos entrega un compuesto a base de Arenaria (Ammophila arenaria) que destaca por su efecto depurador a nivel renal, facilitador de la eliminación de cálculos renales y alivio del dolor. Son solo algunos ejemplos del amplio arsenal que ofrece la medicina natural.    

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