El
cuerpo habla por sí solo: el color de nuestra orina puede revelar una serie de
factores.
Fuente:
20minutos.es
La orina puede presentar varias tonalidades que, en algunas ocasiones, reflejan probables problemas
de salud. Junto con el análisis de sangre, el de orina es uno de los marcadores
que más nos ayuda a revelar el estado de nuestra salud. Las sustancias que componen
la orina no solo nos hablan de probables problemas en los riñones, sino también
en el resto del organismo, ya que el aparato urinario es el encargado de filtrar
la sangre de sustancias nocivas y desechos. Según la información publicada
por el sitio 20minutos.es, el urocromo el pigmento que en condiciones normales
es de color ámbar, puede variar ante determinadas enfermedades e incluso
ante diferentes comidas o medicamentos. A continuación, la clasificación presentada por el sitio español.
ÁMBAR O AMARILLO CLARO
Este
es el color natural de la orina, el que indica que, al menos por el
color, no hay nada que temer. El amarillo podrá ser más o menos intenso
dependiendo de la proporción de agua y de desechos que haya en la orina. Si
tiene color normal pero más espuma de lo habitual, puede deberse a la
abundancia de compuestos proteicos o a una alimentación demasiado rica en
nitrógeno.
AMARILLO MIEL
Si
el amarillo es más oscuro, significa que la orina está muy concentrada, es
decir, que falta agua, y podríamos estar deshidratados. Beber agua sería
suficiente para resolver el problema.
ANARANJADO
Un
tono anaranjado en la orina puede deberse al consumo de algunos alimentos,
como la calabaza
o la zanahoria, ricas en carotenoides. Algunos medicamentos también pueden alterar el color de la
orina y volverla más naranja. Estos son el antiinflamatorio sulfasalazina, la
fenazopiridina, algunos laxantes o incluso la quimioterapia. Ante la ausencia de
estos alimentos o medicamentos, este tono puede alertarnos sobre problemas
en el hígado o la vesícula biliar.
ROSADO O ROJO
Este es uno
de los colores más llamativos, pues enseguida lo asociamos con la sangre. Y es
que la presencia de hematíes en la orina puede esconder varias afecciones
del riñón, la vejiga o la próstata, desde piedras, hasta tumores o una
infección. Pero no todo es negativo, pues el consumo de frutas rojas, como arándanos y moras, o de remolachas también puede teñir la orina de este color.
MARRÓN
Si el color
recuerda al de las gaseosas, puede deberse a una deshidratación muy intensa
y a problemas hepáticos o en el riñón. El ejercicio extremo, medicamentos como
los antipalúdicos, los antibióticos, algunos laxantes (cáscara sagrada) o
alimentos como ruibarbo o aloe también pueden provocar que la orina sea de
color marrón.
VERDOSO
Este tono en
la orina puede significar que tenemos una enfermedad llamada “hipercalcemia
familiar benigna”. También pueden provocar este color algunas infecciones
por bacterias o el consumo de antibióticos y suplementos vitamínicos; así
como algunos colorantes alimentarios y los espárragos.
AZULADO
Además de la
ya nombrada hipercalcemia familiar benigna, el color azulado en la orina puede
deberse al contraste aplicado para hacer algunas pruebas médicas y a
medicamentos como la amitriptilina, la indometacina o el sildenafil.
TURBIO
Puede
indicar la presencia de una infección, sobre todo si está acompañado de
un olor fuerte y de micciones frecuentes. También puede deberse a cálculos renales.
TRANSPARENTE
Se debe a
que hemos bebido demasiada agua y el cuerpo la expulsa porque no la
necesita. A corto plazo no es peligroso, pero si se prolonga en el tiempo,
puede provocar una pérdida excesiva de sales minerales.
BLANQUECINO
Puede
significar que estamos expulsando glóbulos blancos, es decir, que nuestro
cuerpo está combatiendo una infección. Es probable que se acompañe de fiebre u otros síntomas. Es recomendable consultar al médico cuando se observan
tonalidades rosas o si aparecen otros síntomas, como fiebre o dolores. También si
existen antecedentes familiares de patologías renales o si usted tiene 50 años
o más.